Comienzan a llegar las noticias que nadie quería escuchar y a las que nos tendremos que acostumbrar. La situación es muy difícil y los sistemas económicos irán cediendo ante algo anunciado que nunca parece que vaya a llegar aunque, desgraciadamente, llega.
Hay que recordar que el consumo privado, si no de forma definitiva, tendrá mucho que ver en la recuperación económica de España. Por ello, será necesario que la posibilidad de disfrutar de un marco jurídico seguro y de un apoyo económico y fiscal por parte del Gobierno se haga patente con celeridad. Si los españoles no perciben esto como cierto las cosas irán a peor.
Ese consumo privado podría ser clave para que el sector automovilístico continúe siendo poderoso y vital en la economía española. Representa un 10 por ciento del PIB y eso no es poca cosa.
De momento el desastre asoma por los cuatro costados del sector. Nissan ya ha anunciado el cierre de sus plantas en Cataluña y eso supone una pérdida de entre 15.000 y 25.000 empleos entre directos e indirectos, así como de 500 empresas. Renault también anuncia una reestructuración de la marca y la suspensión de 15.000 empleos en el mundo. En España existen tres factorías de esta marca que se verán afectadas con toda seguridad. Todo indica que el efecto dominó es una posibilidad plausible en un sector industrial que no puede faltar en la economía española.
El Gobierno no ha podido evitar estos movimientos de los fabricantes. Tampoco ha sabido eliminar de sus mensajes algunos poco gratificantes sobre el diesel que en el sector, lógicamente, es importante. La bisoñez y la imprudencia han ayudado poco.
La industria española, en general, sufrirá con esta crisis. Alcoa anunciaba el cierre de su planta en Lugo y el despido de 534 trabajadores. En este caso, el Gobierno tampoco ha podido garantizar una tarifa eléctrica estable para empresas como esta que dependen extraordinariamente de ese factor (40 por ciento del coste total) y el resultado es nefasto.
Es necesario un esfuerzo para que la industria española no se hunda. Y es preciso que las soluciones lleguen con urgencia. La crisis no solo se solucionará con cantidades importantes de dinero. Saber dedicar esos fondos a los aspectos más importantes es la clave y la razón por la que desde el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico se debe realizar un esfuerzo extraordinario.