Sin un plan serio para garantizar las pensiones

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30 nov 2020 / 13:51 h - Actualizado: 30 nov 2020 / 13:54 h.
"Pensiones","Editorial"
  • Pensionistas manifestándose. / EFE
    Pensionistas manifestándose. / EFE

La pandemia ha generado cierta flexibilidad en la gestión de la deuda española. Parece que se puede perdonar todo en tiempos tan duros como los que vivimos, pero lo cierto es que los desajustes que se van produciendo habrá que regularlos lo antes posible con el fin de volver a disfrutar de cierto equilibrio presupuestario. De cualquier otro modo, sin elaborar las cuentas con un alto grado de responsabilidad y realidad o dejando que cualquier ideología se imponga sobre la coherencia y la idoneidad, estaremos condenados a un fracaso monumental como país. Un gasto descontrolado será el preámbulo de enormes recortes obligados por la necesidad de poder cuadrar las cuentas que el Gobierno ha querido llamar expansivas y bien podrían definirse como alocadas.

Un ejemplo del posible desbarajuste en el que se puede convertir un gasto excesivo y constante son las pensiones. Hace años que está planteado un problema de viabilidad y sostenibilidad del sistema público de pensiones y un gasto excesivo no ayuda nada a que se consiga solucionar el asunto.

En los últimos años, se han subido las pensiones de jubilación, viudedad, orfandad e incapacidad permanente (las llamadas contributivas) por encima del IPC; y eso se traduce en un incremento del 3 por ciento del gasto total en pensiones. Pero, sin embargo, el incremento del número de pensionistas ronda el 1 por ciento. Esta es una tendencia que viene de lejos y que no se ha querido interrumpir dados los intereses partidistas de los diferentes Gobiernos. En cualquier caso, el problema que se genera es muy serio.

Tal vez, y desgraciadamente, todo esto se alivie a muy corto plazo por la cantidad de muertes de ancianos que se está cobrando la Covid-19, aunque no deja de ser algo pasajero y no previsto que a largo plazo será del todo ineficaz. El Gobierno sabe que necesita tomar decisiones que permitan tener un margen de maniobra que haga viable el sistema de pensiones tal y como lo conocemos hoy; y ha comenzado a recortar de forma velada y en forma de aplicación estricta de la norma (se han reducido hasta en 400 euros las pagas extras de los pensionistas que tuvieran alguna deuda con Hacienda). Otro parche.

Se necesitan soluciones duraderas que permitan pensar en un sistema público de pensiones duradero en el tiempo. Parches o golpes del destino que alivien transitoriamente la situación no parecen la mejor forma que gestionar el bienestar de millones de ancianos.