Susana Díaz y la adecuada forma de entender la Monarquía parlamentaria española

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15 ago 2020 / 23:00 h - Actualizado: 15 ago 2020 / 23:05 h.
"Monarquía","Editorial"
  • Fotografía Archivo EFE
    Fotografía Archivo EFE

En los momentos fundamentales que estamos viviendo en España, es más necesario que nunca que se distinga con claridad lo que es la Corona de España y lo que son las personas. La Monarquía parlamentaria, según dice la Constitución, es la forma política del Estado español y, por tanto, el Rey es el Jefe del Estado. Esto forma parte de nuestra identidad como nación, como país democrático. Pero mientras un rey puede ser sustituido por otro, la Monarquía permanece. Esto es algo fundamental para entender nuestro marco constitucional.

La Justicia tendrá que aclarar si las actividades del Rey Emérito son o no son susceptibles de ser condenadas por tratarse de delitos. Pero eso no puede afectar a la institución, a una monarquía que ha servido de forma excelente a nuestro país durante los últimos cuarenta años. Si bien es cierto que, ahora, pueden asaltar dudas acerca de las actividades de Juan Carlos I, la actitud de Felipe VI es especialmente ejemplar; y, además, no puede desaparecer un servicio magnífico del Rey Emérito como si no hubiera existido.

Por ello, no es de extrañar que Susana Díaz haya dicho que el Rey Felipe VI «ha hecho un esfuerzo importante en los últimos años en transparencia y lo está haciendo ahora. Felipe VI está haciendo un esfuerzo importante en esa necesaria transparencia porque sabe que la confianza en la Jefatura del Estado tiene en la transparencia su mejor aliada. Está haciendo un esfuerzo importante y todas las noticias que vayan en esa línea mejor, y todo lo que vaya en sentido opuesto, no es bueno». Y es que el Rey Felipe VI no ha dudado en tomar decisiones durísimas como monarca y como hijo; no hay nada que pueda reprocharse a un Rey que sabe que la ejemplaridad es esencial en estos momentos.

Conviene no confundir la discreción con la opacidad y conviene no confundir una institución con una persona porque las primeras sobreviven mientras que las personas no. Susana Díaz es lo que hace en sus declaraciones (no confunde en absoluto) y sería injusto del todo acusar a la que fue presidenta de la Junta de Andalucía defendiendo siempre la idea de una España libre y democrática dentro del marco constitucional.

Vivimos una época difícil en la que la información se reviste de bulos, de mentiras sangrantes, de manipulaciones burdas, pero no podemos caer en la trampa de interpretar el pasado de forma errónea o torticera.