La pandemia dispara la ayuda a domicilio en Andalucía

El mayor incremento de la demanda se ha producido en los distritos Este, Nervión y Los Remedios

05 jun 2021 / 10:38 h - Actualizado: 05 jun 2021 / 10:38 h.
  • La pandemia dispara la ayuda a domicilio en Andalucía

La crisis sanitaria del Covid-19 ha replanteado el mapa de los servicios de cuidados a las personas mayores en Andalucía, con la implantación de alternativas profesionales más individualizadas y con un menor riesgo de exposición. En este último año, desde que se decretara el Estado de Alarma, se ha triplicado la demanda de atención en casa para ancianos y personas con dependencia, erigiéndose de esta manera en “una opción segura” frente al tradicional modelo residencial.

La tercera edad ha sido uno de los colectivos más golpeados durante la pandemia, concentrando la tasa más alta de mortalidad. Esta situación ha incrementado la preocupación de sus familiares y ha multiplicado por tres la demanda de cuidadores internos. Uno de los servicios más demandados, durante y después del confinamiento, ha sido hacer la compra. “Es la población más vulnerable y que debía permanecer en casa, por lo que necesitaban de alguien les llevase la compra, y, de paso, desinfectarlo todo”, ha explicado el gerente de DediCares, Antonio Solís, una empresa sevillana dedicada al cuidado y atención de personas en sus propios domicilios.

Pero la función de estos cuidadores en casa ha ido más allá de sus prestaciones sanitarias. “Se han convertido en sus familiares, con un acompañamiento personalizado que ha hecho más llevadero el aislamiento y la falta de contacto con sus hijos y nietos. Han realizado también una labor psicológica, que ha resultado fundamental para mantenerlos activos e ilusionados”, prosigue Solís.

Una vez que comenzó la desescalada y se fueron implantado fases de mayor movilidad, los cuidados en casa se han mantenido y los familiares han seguido recurriendo a estos servicios más individualizados. Empresas, como DediCares, han resultado claves como solución a casos de personas mayores que viven solas. En este sentido, hay que recordar que en Andalucía se ha triplicado el número de hogares unipersonales en las tres últimas décadas, ocupados principalmente por personas mayores de 65 años.

Un reciente estudio publicado por la Fundación Centro de Estudios Andaluces (CENTRA) contabiliza que un total de 318.500 personas mayores de 65 años viven solas en Andalucía El dato representa el colectivo mayoritario (22,36%) de hogares unipersonales, cada vez más frecuentes en las sociedades occidentales. Así, entre 1991 y 2019, el número de hogares habitados por una sola persona ha llegado a triplicarse en España, pasando de 1,6 a 4,8 millones. En Andalucía este incremento ha sido incluso superior, pasando de 232.317 a 767.000.

Ante esta realidad y la situación extraordinaria del Covid-19, se ha impuesto la ayuda a domicilio en muchos rincones de Andalucía. En Sevilla, por ejemplo, el mayor incremento de casos se ha producido en los distritos Este, Nervión o Los Remedios. “Aquí tenemos buena parte de nuestra clientela. Se trata de hogares familiares, en los que solo quedan los abuelos o, en muchos casos, solo una persona mayor, que requiere de ayuda en el cuidado de la casa, la elaboración de comidas, el aseo personal o la medicación”, subraya el máximo responsable de Dedicares, quien además recuerda que muchos cuidadores cuentan con una formación en enfermería, ATS y otros servicios médicos”.

Dedicares nació en 2018 DediCares como empresa sevillana dedicada al cuidado de personas mayores o con alguna discapacidad en sus propias casas a través de un grupo de enfermeros y auxiliares de Enfermería.

Un hospital en casa

Antonio Solís es el alma máter de esta iniciativa. Su experiencia de vida a través del cuidado durante años de su abuela y su profesión sanitaria lo llevaron hace ya dos años a emprender en el cuidado a domicilio de este sector de población más vulnerable a la soledad y, en muchos casos, necesitado de atención. «La idea surgió un poco de casualidad un día hablando con mis compañeros en el hospital. Llevábamos tiempo observando cómo los familiares de los mayores ingresados acudían con mucha frecuencia a pedirnos ayuda a los enfermeros para atenderlos o asearlos y nos contaban cómo, por diversas circunstancias, necesitaban también ayuda diaria en sus domicilios, tanto para estas cuestiones, como también para alimentación, estimulación o, simplemente, compañía por la cantidad de horas que se ven obligados a pasar solos», ha explicado el empresario.