Page reclama a Sánchez una reflexión tras las gallegas para evitar “un ciclón” contra el PSOE

El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, se ha desmarcado de los análisis de Ferraz sobre las elecciones gallegas para advertir que debe hacerse una lectura en clave nacional. Mientras los socialistas insisten en encuadrar sus malos resultados en una visión netamente gallega, rechazando cualquier impacto de la amnistía o los pactos de Pedro Sánchez con los independentistas, el barón manchego ha reclamado a la dirección de su partido una reflexión más amplia para “evitar que un ciclo se convierta en un ciclón”. Tras las gallegas, el ciclo electoral continuará con las vascas, previsiblemente el 21 de abril, y las europeas fijadas para el 9 de junio.

Pese a reconocer el componente autonómico, García-Page ha pedido no llevarse a engaño porque “la realidad es que el producto era regional, pero el guiso era nacional". En Ferraz, en cambio, insisten en que se votó en clave gallega y que no afectó el juego de la política nacional. “Se ha votado en términos territoriales, totalmente”, insistía la portavoz del PSOE, Esther Peña, en rueda de prensa desde Ferraz.  

El PSOE intenta blindar la hoja de ruta del Gobierno tras la debacle: “Se votó en clave gallega”

Frente a la estrategia del PSOE de no confrontar con el BNG durante la campaña, con lo que buscaban empujar un ejecutivo de coalición que liderarían los nacionalistas gallegos, García-Page celebró la derrota de los de Ana Pontón. Para que no entren en las instituciones actores “independentistas”. Lo “importante”, según resaltó en declaraciones a los medios este mediodía desde Ciudad Real, pasaría por preservar la "estabilidad constitucional, cada uno desde lo suyo y desde su respeto".

Los primeros análisis de Ferraz en la reunión de la ejecutiva de este lunes obvian cualquier autocrítica sobre su estrategia de campaña y niegan una lectura en clave nacional de los comicios. La única crítica pasa por la falta de tiempo de su candidato, José Ramón Gómez Besteiro, para afianzarse, aunque lo blindan para asegurar su continuidad. Page coincide defender al candidato del PSdeG, pero carga responsabilidades sobre la dirección del partido tras haberle “tocado hacer una campaña en circunstancias complejas, emparedado en un sandwich". 

La lectura conformista de la dirección es que tras los resultados en las gallegas, donde los socialistas tocan su suelo histórico tras desplomarse de los 14 a los nueve escaños, “todo sigue igual”. Para encapsular los resultados de la batalla política nacional se refieren al voto dual: “Cuando hay unos comicios generales gana el PSOE y cuando son autonómicos gana el PP”. “No parece que se hayan movido muchas piezas en el escenario electoral”, concluía Peña. 

El factor amnistía

El Gobierno seguirá adelante con su hoja de ruta, dependiente de los acuerdos con los independentistas, y rechazando que lo política de pactos engorde a otros actores aliados en el Congreso, como BNG en Galicia o EH Bildu en Galicia. "La mayor fábrica de crear independentistas se llama PP", rebaten fuentes de la dirección. Eso sí, de forma preventiva, en Ferraz anticipan que en las próximas elecciones, que se celebrarán en Euskadi, también se votará en clave netamente territorial.

La responsabilidad de los resultados se carga sobre el territorio, pese a que en Galicia los socialistas no dudaron en entrar en la estrategia de nacionalización con la que inició el PP la campaña. Principalmente, para cargar contra los titubeos de Feijóo con los indultos y sus contactos con Junts revelados en el acuerdo de la campaña.

"La amnistía no ha supuesto un factor que haya definido los resultados electorales. No ha tenido una influencia relevante ni para el PSOE ni tampoco para el PP", argumentaba Peña. Prueba de ello, añadía, es que "parece evidente que el trasvase del PSOE ha ido a otro partido que apoya claramente la amnistía y es soberanista".