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El Alcázar intervendrá en el arbolado del recinto en mal estado para evitar caídas. / Manuel Gómez
No solo los árboles que se distribuyen en los parques y calles de la ciudad requieren un mantenimiento. Por ello, y tras el accidente que provocó la caída de una rama el pasado mayo –que dejó ocho heridos, uno de ellos fallecido este mes–, el Real Alcázar saca ahora a licitación un contrato para el mantenimiento del arbolado «en riesgo y de gran porte».
En concreto, los responsables del recinto palaciego apuntan que «de vez en cuando se producen caídas de ramas con secuelas de daños al patrimonio propio y de los particulares, y lo que es mucho mas grave, en alguna ocasión de lesiones a las personas».
En este tipo de incidentes, los árboles afectados «suelen ser de gran porte y ubicados en lugares de gran afluencia de público», por lo que «es necesario adoptar las medidas para la disminución y eliminación de riesgos en las personas y bienes».
Así, la dirección del conjunto monumental ha sacado a licitación este contrato, con un presupuesto de 151.640 euros, para atender los ejemplares más longevos y de mayor porte de los jardines, y por consiguiente presentan mayor probabilidad de producir un accidente grave en caso de fallos estructurarles.
Se trata de 187 árboles en total, ocho de ellos de más de 14 metros de altura. Se trata de 37 cedros del Himalaya; 25 cipreses; 17 casuarinas; 16 jacarandas; 12 magnolios y tipuanas; 10 durillos y otros tantos ejemplares de Brachichiton; siete palos borracho, cinco moreras, moreras negras, robles y nogales americanos; cuatro nogales negros y olmos; tres castaños de Indias; dos arces matizados, moreras del Japón, laureles de India y otros tantos de Almez. Completan el conjunto una albizia y una buganvilla que se encuentra en la puerta de Marchena.
No obstante, se incluye también en el contrato la posibilidad de que sea necesario actuar sobre otros ejemplares no relacionados inicialmente. La empresa adjudicataria deberá realizar un análisis de estos árboles y acometer las podas y mantenimiento que fueran necesarios para acabar con los posibles riesgos.