Ese aliado llamado fuego

El punto de información de El Cerro del Hierro organiza una jornada instructiva sobre prevención de incendios sobre el terreno

21 abr 2018 / 11:34 h - Actualizado: 21 abr 2018 / 11:34 h.
"Patrimonio"
  • Nacho Sánchez, durante la explicación de todos los pormenores de los incendios en la jornada que se celebró ayer en El Cerro del Hierro. / J. Á. F.
    Nacho Sánchez, durante la explicación de todos los pormenores de los incendios en la jornada que se celebró ayer en El Cerro del Hierro. / J. Á. F.

Aunque el invierno tardío alargue su despedida, y el abril incipiente, tímido como él solo, no se atreva a pasar, una realidad casi palpable escribe con tinta caliente su nota de amenaza. Aunque pueden parecer ensoñaciones de un poeta, no es más que una forma de disfrazar una verdad. Abril viste el campo de verde regado a conciencia este año y de fondo el feroz enemigo que es el fuego se acerca a paso lento. Es por ello que desde el Infoca se han puesto manos a la obra y se meten de lleno en jornadas de prevención de incendios como la que tuvo lugar ayer en El Cerro del Hierro. Dicha actividad, que tuvo una duración de tres horas, consistió en una ponencia tremendamente instructiva que corrió a cargo del técnico de operaciones del Centro de Defensa Forestal (Cedefo) de El Pedroso, Nacho Sánchez.

La jornada no fue puramente teórica, sino que también contó con una parte práctica, en forma de ruta senderista en la que los asistentes pudieron ver con sus propios ojos la mayoría de conocimientos que Sánchez fue inculcando durante la primera parte. Como hemos señalado, la jornada destacó por lo instructiva que resultó a los asistentes, a los que ya en principio llamó la atención el nombre de la misma: El fuego, nuestro aliado.

Tras una breve introducción en la que fue explicando la composición de los distintos Cedefo, COP (Centro de Operaciones Provincial) y COR (Centro de Operaciones Regional), Sánchez se metió de lleno en las características de unos incendios que aseguró, han pasado por seis generaciones, comenzando ésta en los años sesenta, cuando la continua migración a los pueblos propició un paulatino abandono del campo. Dejado a su libre albedrío, éste comenzó a desarrollar lo que en el argot se conoce como combustible, siendo el más peligroso el que denominó vector de riesgo, conformado básicamente por esa maleza de matorral que es el mejor aliado de los incendios.

Según Sánchez nos encontraríamos en una quinta generación, en la que los focos simultáneos hacen más que complicada la lucha contra los incendios. Es lo que ocurrió, señaló este verano, cuando coincidieron incendios en Doñana y Alanís, Almadén de la Plata y Castillo de las Guardas, y en ésta última población y Guadalcanal. Sin embargo, asegura que lo peor está por venir y pone como ejemplo los incendios que se suceden en California. Unos incendios que liberan tal energía que incluso modifican la meteorología y que podrían llegar hasta nuestro entorno. «Es nuestra realidad», afirma Sánchez, «el que lo quiera ver dichoso de él». El punto álgido de la ponencia llegó al hablar de la práctica de dejar arder el campo. Una práctica que se lleva a cabo en países como Australia y que se justifica en la propia regeneración de la naturaleza. Esta práctica en España, sin embargo, sería impensable, y es que el ser humano ha invadido de tal manera la naturaleza «que no lo podemos permitir».

En el apartado de prevención, Nacho Sánchez desmitificó igualmente viejas creencias, como las de la conveniencias de los cortafuegos, los cuales resultan más perjudiciales que beneficiosos debido al destrozo que hacen al entorno natural. Más factible y de mayor utilidad ve las franjas auxiliares, a las que considera las venas del operativo de extinción, pues son por las que acceden los efectivos sin que se destruya naturaleza, tan solo con una pequeña acción para eliminar el vector de riesgo. Eso sí, como mejor infraestructura de prevención Sánchez ve las del pastoreo. Y es que donde hay ovejas, asegura, no hay incendios, pues son las encargadas de acabar con ese vector.

Los incendios del verano

Con respecto a los incendios acaecidos en este verano en Guadalcanal y Alanís, Sánchez asegura que «iban con mala leche», en referencia a la simultaneidad con otros incendios, y a las condiciones en que se sucedieron, evidenciando que detrás de ello podría estar la mano del hombre, quien, debido a tales circunstancias, iba haciéndoles la guerra a la perfección.

La última parte de la actividad consistió en una visita al monumento natural de El Cerro del Hierro para visualizar todos esos conocimientos con hechos tangibles. De esta manera, los asistentes pudieron ver de primera mano cómo y qué extensión tiene una franja auxiliar, por donde accederían los efectivos en tareas de extinción, y cómo, cada año, el Infoca trabaja para minimizar los riesgos de incendios, siempre con el debido respeto a la naturaleza y en perfecta armonía con el tesoro que supone estar enclavado en pleno Parque Natural.

El poema del invierno parece llegar a su fin mientras los versos primaverales asoman con vivo ritmo. La tinta caliente de la amenaza parece enfriarse con jornadas como la llevada a cabo ayer. Eso sí, es preciso ver al fuego como aliado y tratarlo como tal, en lugar de hacerlo como ese enemigo del que huimos.