Las hermandades han completado ya sus caminos. Acompañadas por centenares de peregrinos, han llegado hasta la pequeña ermita donde se venera a San Benito. Los estertores de agosto, con los últimos compases del verano, traen nuevamente su romería, en la que la venerada imagen volverá a pasear por el Real de la ermita, empapando su hábito de oraciones y plegarias de los devotos.
Vuelve el esperado último domingo de agosto, como vuelven los pasos a dirigirse hasta este enclave, para tornar lo que fueron promesas en agradecimientos. Porque la de San Benito es esa fe sencilla que lo sabe intercesor, y que le implora en los momentos complicados. Por eso, cuando las cosas se enderezan, hay que volver a San Benito, para pagarle con oraciones tan meritorio trabajo.
Los peregrinos y devotos vuelven un año más a la ermita de la sierra
Su fama de milagroso no se queda en los muros de la ermita, o en el cuarto de los milagros, un anexo abigarrado de exvotos de gratitud. Su nombre trasciende a Castilblanco, para extenderse por toda la provincia. Como así han corroborado las carreteras y caminos, que en estas noches previas han sido un trasiego continuo de peregrinos.
Vienen desde Alcalá del Río, Burguillos, Villaverde del Río. Desde Villanueva del Río y Minas, El Pedroso, Sevilla. Siempre hay un devoto o un grupo de fieles que se encamina a pie con el frescor de la noche, o en cualquier vehículo – ya sea coche o autobús, en viajes organizados en parroquias, hermandades, asociaciones de vecinos –, en cualquier momento y a cualquier hora. A San Benito hay que volver, y siempre se vuelve buscando la mirada reconfortante del Patrón de Europa y de esta sierra.
Misa temprana, Función de hermandades en la mañana y procesión a las 20.00 horas
Las 8 de la mañana han sido el toque de diana para este domingo de romería. La misa temprana, oficiada por el director espiritual de la corporación y párroco castilblanqueño, Pablo Colón, ha abierto el día grande. Posteriormente, a las 10.30 horas, se celebrará la Función Principal de Hermandades, presidida igualmente por el párroco en el porche de la ermita, y con el acompañamiento del coro de la filial de Cantillana.
Desde que llegaran las hermandades, con el recinto abierto las 24 horas, no han parado de llegar fieles. Tras la misa, con las idas y venidas a la ermita se han ido completando horas de convivencia y oración hasta la salida del Santo. Un ambiente, mezcla de fiesta y recogimiento, inundará todo el recinto. Un compás de espera único de esta romería, donde se aguarda la procesión rezando más que cantando. Quemando velas, pidiendo por los que no han podido venir o ya no están. Aguardando que San Benito vuelva a bendecir a los peregrinos en su procesión.
La espera se verá culminada cuando ya el sol empiece a caer, a las 20.00 horas. Portado por las mujeres de Castilblanco, San Benito saldrá del templo bajo su templete dorado. El sacerdote Manuel Chaparro será el encargado de realizar el sermón que ensalza la figura del Bendito Patriarca, y que como es costumbre lo recibe a la salida, con el paso arriado ante el púlpito.
San Benito portará una medalla de la Virgen de Escardiel por su coronación canónica
La venerada imagen lucirá para la ocasión el conocido como ‘Traje de Marchena’. Portará en el pecho una cadena de oro y una cruz, regalo del grupo de devotos de la parroquia de San Francisco de Asís de Pino Montano, en Sevilla, que por primera vez han peregrinado de forma organizada. Y prendida en el cíngulo llevará una medalla de la Virgen de Escardiel, en un guiño a otra de las devociones romeras de Castilblanco por su próxima coronación canónica.
La procesión será corta, pero intensa, con el acompañamiento de la Asociación músico-cultural Virgen de Gracia, de la localidad. Subirá por el Real de la ermita hasta la cruz que lo corona. Quedarán aquí los estandartes de las filiales mientras que el Santo tomará el camino de vuelta de nuevo al templo, envuelto en una nube de vivas y aroma de nardos.
Una de las imágenes que dejará este domingo de romería será sin duda la de las innumerables velas ardiendo como símbolo de las peticiones, los rezos y las promesas. Habilita la hermandad un mostrador especial para la venta de velas y unos quemaderos junto a la capilla votiva, en una privilegiada terraza de vistas al embalse de Melonares, para acoger tanta afluencia. A San Benito hay que volver para agradecer los favores recibidos, por eso se hace difícil en estos días encontrar hueco donde quemar una vela de gratitud o de oración.
La puja de bancos concluirá la procesión
Con la vuelta de San Benito a la ermita llegará una de las tradiciones más esperadas, la puja de bancos. Los ahorros de todo un año se emplearán para hacerse con el privilegio de agarrarse a las andas y depositar al Santo de nuevo en el presbiterio.
Concluida la procesión comenzarán los caminos de vuelta. Primero los de los incontables devotos que han venido expresamente para la procesión. El lunes bien temprano los de la Matriz, seguida de Cantillana, Tocina y Los Rosales y por último Brenes. En Castilblanco la jornada será festiva, con actuaciones en la plaza Luis Braille y la quema de toros de fuego. A la vez, los peregrinos desandarán los pasos con el recuerdo de lo vivido, pensando en fijar una fecha para volver de nuevo a postrarse ante San Benito.