Juan Parra Romero, que nació hace 74 años en el pueblo granadino de Benalúa de las Villas, ha muerto como vivió: activamente y luchando por las causas en las que creía. Pero ha sido de repente. Ayer, al salir de su casa a media mañana para dar su acostumbrada caminata, sufrió un infarto. Precisamente estaba reuniéndose estos días con varios partidos políticos para seguir impulsando la asociación que había creado en Los Palacios y Villafranca, su pueblo de acogida desde que aterrizó en él en la década de los 60 como instructor en la antigua Escuela de Capataces, luego Centro de Investigación y Formación Agrarias (CIFA), después de haber estudiado en los Salesianos de La Palma del Condado. La asociación Sembrando ilusiones tenía como primer cometido recuperar esas instalaciones del antiguo CIFA, ahora IFAPA, para convertirlas en una residencia de tiempo libre para los mayores. Casado y con dos hijos, Parra dinamizó la formación agraria y el compromiso medioambiental desde programas de radio y televisión que él dirigía.
En los últimos años, Parra formó parte de la ejecutiva de UPA (Unión de Pequeños Agricultores) y ha sido presidente de honor, y muy activo, de la asociación El Verdeo, que, desde Utrera y varias comarcas sevillanas, luchaba por la consecución de un precio justo para la aceituna de mesa. “Siempre estuvo al servicio de los palaciegos, en una muestra única de servicio público y compromiso con el desarrollo de nuestro pueblo”, han señalado desde el PSOE palaciego, al que también pertenecía.