Adiós a Luis Miguel Murube, el trovador de Los Palacios

Más conocido como ‘El Pepón’, el palaciego murió ayer a los 64 años, después de haberlos entregado intensamente a todas las artes: el de las sevillanas, el del humor, el de capataz y el más difícil de todos, el de amar profundamente a su pueblo y ser correspondido

Álvaro Romero @aromerobernal1 /
08 jul 2022 / 10:11 h - Actualizado: 08 jul 2022 / 14:57 h.
"Obituario"
  • Adiós a Luis Miguel Murube, el trovador de Los Palacios

Los Palacios y Villafranca ha amanecido hoy con ese llanto sofocado con que despiertan los pueblos cuando fallece uno de sus hijos más ilustres, más populares, más queridos. Luis Miguel Murube Begines, más conocido como El Pepón, no era solo uno de ellos, sino seguramente el que más de los que quedaban vivos. De pocos palaciegos, de hecho, se podía decir que hubieran tocado todos los palos del arte popular, desde el cante por sevillanas que había mamado de Los Romeros de la Puebla o de su ídolo, El Pali –a quien tan perfectamente imitaba-, a esa capacidad innata que tenía para el chascarrillo improvisado o el chiste profesional, realista y lento que había aprendido de Paco Gandía, pasando por su habilidad a la hora de presentar cuanto sarao popular o institucional se hubiera terciado en su pueblo en el último medio siglo. El Pepón era un palaciego desbordadamente generoso cuya gracia escondía, además, no solamente una cultura profunda y un respeto por cuantas personas admiraba, sino también la pena negra de cuanto le había hecho pasar esta vida, tan azarosa a veces como cruel. Esta mañana no hay hermandad, peña, asociación o partido político en su pueblo que no haya hecho públicas ya sus condolencias a su viuda, hijos y nietos.

Adiós a Luis Miguel Murube, el trovador de Los Palacios

Luis Miguel había nacido en una casa muy próxima al Ayuntamiento de entonces, en la calle Real, el 18 de agosto de 1957, justamente el día que terminaba la feria en honor de la Patrona local, la Virgen de las Nieves, tan querida por él. En rigor, no hay cofradía en Los Palacios y Villafranca que no tenga a día de hoy una relación histórica con El Pepón, desde la Sacramental cuyo paso de la Inmaculada ha mandado tantas veces él como capataz hasta la Hermandad de la Vera Cruz, cuyo paso del Cautivo también mandó él en los primeros años, pasando por la del Gran Poder o la de los Servitas, cuya Virgen de los Dolores sacó como costalero cuando era joven, sin olvidar que también fue capataz de la Virgen de los Ángeles.

Muy próximo a la parroquia de Santa María la Blanca y también a la del Sagrado Corazón de Jesús –por su fuerte vinculación con la hermandad de El Rocío desde sus inicios- Luis Miguel era un delicioso tertuliano y fue pregonero de la Semana Santa y de la Romería de San Isidro, además de exaltador del costalero. Amante de todas las tradiciones, empezó como destacado campanillero en el coro de Nuestra Señora de las Nieves y en los últimos años se integró en el de Virgen de Nazaret. Fue él quien pronunció el primer pregón del Concurso Maestro Cabrero cuando se recuperaron los Carnavales en Los Palacios en los años 80, y en más de una ocasión presentó aquel certamen en el desaparecido cine Las Vegas. Su cuerpo orondo y seguro tras un pie de micrófono, su discurso solemne y salpicado oportunamente de lo mejor del gracejo andaluz constituye una estampa que todo palaciego conserva en su memoria. Sevillista comprometido con la peña de su pueblo, el Casino Cultural también siente hoy haber perdido a un miembro destacado en las últimas décadas.

Adiós a Luis Miguel Murube, el trovador de Los Palacios

Un palista en la notaría de su pueblo

Cuando en este periódico lo entrevistamos con ocasión de que estaba sirviendo como modelo para la estatua que Jesús Méndez Lastrucci estaba haciendo del Pali, allá por el año 2017, él mismo contó que conoció a Paco Palacios en 1975, cuando se colocó en Sevilla de electricista. “Me senté muchas veces con él a charlar, y era una persona con un conocimiento profundo de su ciudad sin haber pisado la Universidad”, recordaba El Pepón hace cinco años, cuando participaba ya en las Rutas Palistas organizadas en Sevilla. Se refería, por cierto, a la época en que él mismo integraba el grupo de sevillanas palaciego Voces de las Marismas.

Adiós a Luis Miguel Murube, el trovador de Los Palacios

Luego se colocó en la notaría de su pueblo, de auxiliar del notario de turno. “Yo no tenía estudios”, recordaba Luis Miguel, “pero llamé al notario cuando me enteré de que iba a venir y le dije que conocía mi pueblo como nadie”. De eso hace ahora 38 años... Conversador agradable y siempre dispuesto a colaborar como presentador o animador con cuantas causas solidarias se presentaran, también lo van a echar de menos en uno de esos santuarios de caballeros en peligro de extinción: la taberna de Currón. El entierro será mañana sábado a las 9.00 horas en la parroquia de Santa María la Blanca. Descanse en paz.