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De izquierda a derecha: Antonio Arias, hermano mayor de la Divina Pastora, Ángeles García, alcaldesa y Manuel Pérez, hermano mayor de la Asunción, / Ayto Cantillana
Las hermandades de gloria marianas de Cantillana llevan el nombre del pueblo mucho más allá de sus fronteras. Más que conocidas son sus celebraciones, cultos y procesiones, que durante los meses de agosto y septiembre visten el pueblo de luz y de fiesta. Pero estas corporaciones también destacan por su labor social y el compromiso con su pueblo en las actuales circunstancias. En coordinación con el Ayuntamiento, pastoreños y asuncionistas están confeccionando mascarillas para abastecer a toda la población de la localidad.
La mascarilla se ha vuelto un elemento imprescindible para la protección personal. El desabastecimiento de este producto movió a muchas instituciones a confeccionarlas para hacerlas llegar al personal que lucha en primera línea contra el coronavirus. La recomendación de su uso extensivo a toda la población ha dificultado aún más conseguirla, siendo mucha la población que no puede acceder a ellas.
Las dos hermandades de gloria respondieron a la petición municipal para la confección de mascarillas
Ante esta situación, la alcaldesa de Cantillana, Ángeles García, no dudó en plantear a las hermandades de la Divina Pastora y de Nuestra Señora de la Asunción su colaboración para confeccionar 11.200 mascarillas con las que abastecer a todo el pueblo de este elemento indispensable. “Desde el primer momento que se lo planteé a los dos hermanos mayores aceptaron y se comprometieron a colaborar con el proyecto”. Con su colaboración asegurada, el proyecto se puso en marcha el 14 de abril.
Elaboradas con tejido quirúrgico apropiado para este uso, tanto este material como el resto necesario para su elaboración – elásticos e hilos – han sido proporcionados por el Ayuntamiento. Cada hermandad ha constituido su grupo de trabajo. Entre las voluntarias de la Asunción y de la Pastora son 70 las personas que están elaborando mascarillas, a las que se suman las religiosas del convento de Santa Paula de Sevilla.
Los lotes de mascarillas ya confeccionadas son recogidas en los domicilios por un responsable de cada hermandad, que las entrega en el Ayuntamiento. Una vez recopiladas son higienizadas de forma desinteresada por la tintorería MHHC de la localidad. Tras este requisito, son envasadas en bolsas de dos y una mascarilla, para pasar a repartirlas por los domicilios.
36 voluntarias de las dos hermandades empezaron este viernes a repartir entre los vecinos
Este pasado viernes comenzó el reparto de las primeras 5.000 mascarillas. Se ha dividido el pueblo en 18 zonas y se ha constituido un grupo de 36 mujeres voluntarias de ambas hermandades.
En parejas, una voluntaria de la Asunción y otra de la Pastora reparten las mascarillas en la zona asignada, proporcionando en cada domicilio una para cada habitante de la vivienda. En los núcleos fuera del principal – La Monta, la Estación, urbanización La Pastora, aldea de Los Pajares y Venta Andalucía – serán 6 personas del voluntariado social municipal las encargadas de la distribución. Se prevé que a final de esta próxima semana esté concluido el reparto.
Para los menores junto con la mascarilla se entrega un “salvaorejas”, un elemento de plástico que evita que las gomillas hagan presión en la parte posterior de las orejas, y que permiten además regular el tamaño a la cabeza de los pequeños. Estas piezas están siendo fabricadas y donadas por ‘Cantillana imprime vidas’, el colectivo local surgido para fabricar pantallas protectoras personales con impresoras 3D.
Las hermandades han llevado a cabo otras iniciativas solidarias desde el inicio de la crisis
Desde sus respectivas diputaciones de caridad, las hermandades cantillaneras mantienen una intensa actividad solidaria y asistencial. Esta se ha visto ampliada con distintas iniciativas para sumar su colaboración en la crisis sanitaria que atravesamos.
La hermandad de la Divina Pastora ha confeccionado ya 10.000 mascarillas y elaborado 1.000 pantallas de protección personal, repartidas en hospitales y centros sanitarios, residencias de
ancianos, centros de acogidas, profesionales con trato directo con el público – como dependientes de establecimientos de primera necesidad–, organismos públicos como el Ayuntamiento de Cantillana, y fuerzas y cuerpos de seguridad.
Lotes de mascarillas preparadas para el reparto con hojilla de instrucciones. (Foto: Ayuntamiento de Cantillana).
La hermandad de Nuestra Señora de la Asunción mantiene un voluntariado para ayudar a las personas mayores y que viven solas en sus compras. Del mismo modo, han confeccionado batas de protección y mascarillas para sanitarios de hospitales de Sevilla y provincia, la residencia de ancianos de la localidad, fuerzas de seguridad y colectivos que prestan atención personal. Del mismo modo, han donado 9.000 botellas de agua en distintos formatos para los sanitarios de los hospitales Macarena y Virgen del Rocío.
El proyecto para abastecer de mascarillas reutilizables a toda la población es ya una realidad “gracias a la suma de voluntades de las hermandades con el Ayuntamiento”, ha señalado la alcaldesa. “Cantillana está siendo un ejemplo de pueblo solidario. Está siendo muy importante la implicación de la gente. No paramos de recibir ofrecimientos para colaborar”. Con esta iniciativa los cantillaneros, gracias a sus hermandades de gloria, estarán más unidos y más protegidos para hacer frente y vencer a esta epidemia.