Alanís, tierra del Medievo en pleno siglo XXI

La población acoge la decimocuarta edición de sus Jornadas Medievales, fiesta de referencia ya en toda la provincia

30 ago 2017 / 23:38 h - Actualizado: 30 ago 2017 / 23:41 h.
"Veraneando","Historia"
  • Se estima que hasta treinta mil personas visiten el pueblo este fin de semana. / Reportaje gráfico: El Correo
    Se estima que hasta treinta mil personas visiten el pueblo este fin de semana. / Reportaje gráfico: El Correo
  • En el Castillo de Alanís están previstos torneos medievales.
    En el Castillo de Alanís están previstos torneos medievales.

Hoy en día es incomprensible imaginar un inicio de septiembre sin ellas. Tanto es así que quien echa la vista atrás y es capaz de saltar quince años en el calendario lo único que contempla es un páramo yermo y desértico. A estas horas, sin embargo, se levantan haimas, se engalana el castillo y la paja cubre el suelo de la calle Bancos.

A principios de siglo, en la sierra norte sevillana empezaban a florecer las ferias de muestras. La de El Pedroso iba viento en popa. Guadalcanal llevaba a cabo un lazo de unión con Extremadura y Constantina explotaba un bien inmaterial como es el amor por la ganadería. En Alanís cada vez eran más las voces que demandaban algo así. Un acontecimiento que atrajera al turista. Un soplo de aire fresco que eliminara de una vez por todas el ostracismo al que parecen condenados los pueblos pequeños de interior. Eso sí. Tenía que ser algo diferente.

Por aquella época regía en Alanís una mujer, Ana Rivero. Su intención y la de su equipo era hacer algo que en nada se pareciera a una feria, una romería o cualquier otra fiesta. Querían algo que perdurara en el tiempo. Algo de lo que se hablara y que hiciera que el visitante volviera al año siguiente. Algo que hiciera destacar a Alanís, que repercutiera en una nueva fórmula turística y que, por ende, repercutiera igualmente en la economía vecinal. Entonces, solo hubo que mirar a su alrededor y contemplar el magnífico entorno monumental medieval del que hacía gala el pueblo, con un hermoso castillo y una no menos bella ermita.

Según comenta la entonces regidora, la idea comenzó a fraguarse sobre 2001, sin embargo, no fue hasta tres años más tarde cuando se llevaron a cabo las primeras jornadas medievales. Fue en ese año, en 2004, cuando se terminó la restauración de la ermita y cuando se puso en valor el patrimonio alinisense. Tal y como indica Rivero, además, se contó con una inversión de fondos europeos que hizo viable aquella primera iniciativa, ya que aquella primera edición precisó de una fuerte inversión en alquiler de haimas, trajes y demás. Del éxito de aquella primera edición nació la inercia que mantiene viva estas jornadas. Unas jornadas que hoy día gozan de una repercusión inimaginable, aunque, según Rivero, «lo hicimos con esa ilusión».

Para llevar a cabo aquella arriesgada iniciativa, la primer edil de aquel entonces asegura que su teniente de alcalde y el agente de desarrollo local, José Diego Sianes, se desplazaron hasta la localidad onubense de Cortegana, donde se celebraba una fiesta similar y donde entraron en contacto con un negocio en el que se alquilaron los primeros trajes. Con el paso de los años y el arraigo de la fiesta en la localidad, asegura Rivero, la gente comenzó a confeccionar sus propios trajes.

Catorce años después las jornadas siguen creciendo. Y es que, según Ana Rivero, la implicación de la gente sigue siendo poderosa. A pesar de que hace más de una década que dejó el sillón de la alcaldía ella sigue participando. Y al igual que ella otros tantos dirigentes políticos, ya que, reconoce, esta fiesta no entiende de colores, porque «cuando uno quiere lo mejor para su pueblo lo que quiere es que suba».

Hoy, en la inauguración de las XIV jornadas medievales de la localidad de Alanís, otra mujer ocupa su puesto. Es Eva Ruiz. Regidora desde hace poco más de un año tras la dimisión de Cecilio Fuentes. Sin embargo, a pesar de lo que pueda parecer, éstas son sus terceras jornadas como alcaldesa, ya que las de 2015 también se hicieron bajo su dirección, porque el anteriormente mencionado alcalde, se encontraba de baja. Recordando su trayectoria, Eva reconoce que fue más difícil organizar las de 2015 que las de 2016, a pesar de que éstas últimas llegaron tan solo dos semanas después de su nombramiento.

Según la primera edil, las jornadas de estos últimos años cuentan con la dificultad añadida de llevarse a cabo en plena crisis económica, por lo que «es necesario tirar mucho de imaginación». Junto a ello, Ruiz reconoce como fundamental la ayuda institucional que brindan las instituciones de la Junta de Andalucía y Diputación Provincial de Sevilla, además del apoyo que otorgan los pueblos vecinos de la comarca. De hecho, la inauguración correrá a cargo de Mario Martínez, el que fuera alcalde de Constantina y hoy diputado provincial.

Seguramente, esta noche Eva no se olvide de su predecesor. En declaraciones a este diario, Ruiz reconoce la labor de Cecilio Fuentes como un hombre que le dio la difusión necesaria a la fiesta y la hizo visible a todos. Ella, por su parte, ha pretendido hacer de las jornadas medievales algo propio de la población. Una actividad que lleve a la gente a adornar las calles, a colaborar y a ser ellos mismos los artesanos de la que ya puede considerarse la fiesta grande de la localidad. De hecho se estima que hasta treinta mil personas visiten el pueblo en este fin de semana. Y no es para menos. Al amparo de la fiesta ha nacido un coro medieval, una asociación de jóvenes y un sinfín de asiduos a una fiesta impensable hace quince años, pero imprescindible hoy día.

Desde hoy, tres días harán que Alanís viva en la más absoluta Edad Media. Sus calles se convertirán en un mercado medieval. Actores las recorrerán haciendo las delicias de los visitantes. La calle del fuego los guiará hasta el Castillo donde podrán presenciar un auténtico torneo medieval. La ermita hará las veces de escenario para la compañía Al-Haniz y otra obra de José de Cedena. Y, en definitiva, Alanís volverá a colmarse de curiosos, pero también de vecindad, colaboración y buen ambiente.