Alerta: hay camalote en el Guadalquivir, que puede destruir su flora y su fauna

La Guardia Civil documentó hace más de una semana el primer hallazgo de esta especie vegetal invasora, también conocida como jacinto de agua, que ya tuvo consecuencias devastadoras en el Guadiana

Álvaro Romero @aromerobernal1 /
06 may 2021 / 15:45 h - Actualizado: 06 may 2021 / 17:11 h.
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La amenaza es más grave de lo que se imagina, pero la gravedad no se ha señalado hasta hoy, a pesar de que el propio Seprona de la Guardia Civil ha reconocido que la documentación tuvo lugar el pasado miércoles 28 de abril. El Seprona de Sevilla y una dotación del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas de la Benemérita han documentado el primer hallazgo de especímenes de la especie vegetal invasora Eichhorni crassipes, más conocida como camalote o jacinto de agua, en plena dársena del río Guadalquivir, es decir, a la altura de la ciudad de Sevilla, lo que representa una preocupación de primer orden y una amenaza muy seria sobre los ecosistemas fluviales. Si se deja, el camalote es capaz de cubrir el río por completo. Tan grave es el asunto, que la Guardia Civil ruega a quien aviste esta planta en el río –o en lagunas o incluso en fuentes de centros comerciales- que lo comunique inmediatamente, si puede ser con foto, al siguiente correo: exoticas.invasoras.capdps@juntadeandalucia.es. Asimismo, se ha recordado que la venta o tenencia de estos ejemplares está prohibida por la ley.

Tiempo habrá de investigar por qué se no ha dado antes la voz de alarma, pues el jacinto de agua está incluido en la lista de las cien especies alóctonas más invasoras de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). De hecho, está incluida en el Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras y no por ningún capricho, aunque es cierto que su inclusión no se produjo hasta 2011, y hasta entonces se podía incluso comercializar y transportar sin restricciones.

Hace apenas seis años, sin embargo, se produjo la invasión del camalote en el río Guadiana y sus consecuencias fueron devastadoras, incluidas las pérdidas millonarias para Extremadura. Aquella población concreta de camalote, de hecho, fue la que más semilla producía de las existentes a nivel mundial, pues cada fruto contenía alrededor de 400 semillas. La planta ha sido muy utilizada como especie ornamental, por lo que ni entonces ni ahora se descarta que fuera depositada en el agua por un particular, si bien tampoco sería descabellado que su vía de entrada fuera la importación de semillas de arroz procedentes de otros lugares del mundo que pudieran traer mezcladas semillas de camalote. No se sabe nada a ciencia cierta todavía. Pero el Seprona está investigando sobre el origen de estos especímenes para dilucidar si un caso fortuito o si puede derivarse alguna acción con repercusiones penales.

Es urgente su erradicación

De lo que sí ha advertido ya la Guardia Civil es de que su peligrosidad radica en que su proliferación tiene consecuencias fatales para las biocenosis acuáticas, pues es capaz de eliminar incluso de forma definitiva la fauna y la flora acuática. Según ha podido saber este periódico, una vez realizada la toma de muestras y su entrega al Departamento de Biología Vegetal y Ecología Botánica de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Sevilla, para el reconocimiento de especies, se han iniciado gestiones con el departamento de Medio Ambiente de la Delegación Territorial para activar el protocolo de control y posterior erradicación de dicha especie invasora.

Amenazas

El camalote posee una intensa evapotranspiración, disminuyendo así la cantidad de agua almacenada en lagunas o balsas de agua, e impidiendo su uso para riego o consumo humano. Por si fuera poco, dificulta la navegación, reduce o elimina la pesca, y es capaz de bloquear las turbinas de las centrales hidroeléctricas. Ni que decir tiene el peligro que supone para los deportes náuticos o de la pesca deportiva. Encima, constituye un medio ideal para la proliferación de mosquitos, con el peligro que eso puede entrañar para la salud humana en el año siguiente de la última plaga de mosquitos del Nilo.

Bajo el puente del Quinto Centenario

Donde conocen bien las funestas consecuencias es donde el camalote ha llegado a desarrollarse sin control, como ocurrió en el Guadiana, en el lago Victoria de África o en los manglares de Florida. Actualmente, la Guardia Civil, junto con personal especializado del Servicio de Geodiversidad y Biodiversidad de la Delegación sevillana de la Consejería de Medio Ambiente vienen desarrollando trabajos encaminados a la eliminación de esta especie en plena dársena del Guadalquivir. De hecho, ya han retirado pequeños núcleos desde la zona conocida como el Puntal Verde hasta la zona situada bajo el puente del Quinto Centenario.

Antes de mediodía ya se habían sacado más de 100 kilos de esta planta invasora, y se calcula que puede quedar por retirar otros 500 kilos más.