Amazona Herida y quinceañera

La escultura más importante del Museo de Écija llegó a la ciudad en marzo de 2003, restaurada por el IAPH tras su hallazgo en las excavaciones para construir un parking subterráneo

12 ene 2017 / 22:28 h - Actualizado: 14 ene 2017 / 09:40 h.
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  • Técnicos de la Universidad de Granada copian digitalmente la estatua astigitana. / M. Rodríguez
    Técnicos de la Universidad de Granada copian digitalmente la estatua astigitana. / M. Rodríguez

La Amazona Herida, la estatua más relevante que se expone en el Museo Municipal de Écija, está a punto de cumplir quince años. Aunque está datada en el primer siglo de la era cristiana y tiene, por tanto, más de dos mil años, la efigie es conocida desde 2002 y, más en profundidad, desde el primer trimestre de 2003.

La efigie fue desenterrada en febrero de 2002 en las excavaciones previas a la construcción del parking subterráneo de la Plaza de España, el Salón, y fue restaurada en el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico (IAPH), que la devolvió al Ayuntamiento ecijano trece meses más tarde, en marzo de 2003.

La estatua apareció dentro de la piscina de lo que fue un templo en el foro de la Écija romana –un estanque que hoy también se exhibe in situ – y está datada en el siglo I después de Cristo. Ambos, Amazona y estanque monumental, son vestigios de la grandeza de la Astigi romana, la ciudad fundada por Augusto que llegó a ser capital administrativa de uno de los conventus iuridicus de la Bética e importante enclave comercial en el Imperio romano, ya que de Écija salían gran parte del aceite que se vendía en Roma y otros puntos del Imperio.

La Amazona no estaba sola en el interior de esa estructura hidráulica. El estanque augusteo apareció a los arqueólogos como un contenedor que había conservado varias piezas fragmentadas. La estatua de la Amazona era una de estas, y fue encontrada oculta bajo un grupo de sillares, cuidadosa e intencionadamente ocultada.

La escultura de la Amazona Herida es una copia en mármol blanco de un original griego atribuido a Crésilas o a Policleto. Mide 2,11 metros (185 centímetros más el plinto) y pesa nada más y nada menos que ochocientos kilos. Corresponde al modelo de Amazona Sciarra, el mismo de las estatuas de los museos de Berlín, Copenhague y el Metropolitan de Nueva York. Es, por tanto, un ejemplar del que existen muy pocas muestras y es, además, una de las piezas mejor conservadas de entre sus hermanas.

Desde que fue entregada por el IAPH, la escultura se expone en el Museo Histórico de Écija. De hecho, uno de los históricos picos de afluencia de público al museo se registró cuando este exhibió la Amazona Herida, con más de 30.000 visitantes que pasaron a contemplar la imponente pieza.

De la Amazona, los expertos resaltan la gran calidad de la labra y el detalle técnico de dejar la superficie sin pulimentar, rasgos compartidos por otras piezas escultóricas de menor envergadura también halladas en la misma excavación. La mujer representada viste con un chitón corto y levanta el brazo derecho para mostrar la herida del costado. Le falta un dedo en cada mano. Pero es un detalle menor cuando el visitante aprecia que la estatua conserva restos de color rojizo en zonas puntuales tales como labios, el cabello, la pilastra y otros ornamentos.

Estos restos de cromatismo son una de las características más peculiares y llamativas de la quinceañera Amazona, conocida en los primeros años como la Amazona de Écija hasta que se popularizó el nombre de Amazona Herida. Apareció fragmentada en tres partes –a la altura de los tobillos y en el antebrazo apoyado en la parte superior del pilar– y parte de su mano izquierda fue recuperada en la excavación junto a cuatro dedos. Los expertos sostienen que debió fracturarse en el momento en que fue depositada en su posible escondite, en un momento de declive o colapso de la ciudad romana y en un quizá desesperado intento de sus propietarios por ponerla a salvo de alguna crisis. A pesar de eso, la conservación era buena en general y la rehabilitación en el IAPH terminó por recuperar la pieza y realzarla.

En marzo, la extraordinaria escultura va a cumplir quince años expuesta en el Museo de Écija. Y, aprovechando el aniversario, el Ayuntamiento astigitano quiere relanzar la imagen de su escultura más notable y usarla como reclamo turístico. Para ello, avanza que prepara un Año de la Amazona Herida con actividades durante todo 2017 que giren en torno a la estatua desenterrada en 2002.

El primer paso va a ser presentar la efeméride en Fitur. En la Feria Internacional de Turismo de Madrid, el consistorio ecijano quiere dar a conocer la Amazona y su historia. Para ello se ha preparado un video promocional que se estrenará en la feria turística la próxima semana y que anticipará las actividades que se preparan y sobre las que el Ayuntamiento aún no ha desvelado nada más allá de organizar visitas y conferencias guiadas para contemplar, admirar y conocer a la Amazona Herida, dedicando en exclusiva a la estatua romana aparecida en el Salón hace más de quince años, una iniciativa conocida como La pieza del mes, que da a conocer elementos patrimoniales de los fondos del museo local y que se viene desarrollando desde hace varios años.

«Nos gustaría que todos los meses pudiéramos organizar actividades en torno a y centrados en la Amazona», resume la concejala de Desarrollo y Empleo, Fátima Espinosa. «Queremos presentar los quince años de la Amazona con una serie de actividades íntegramente dedicadas a ella porque creemos que tiene relevancia para que la demos a conocer en el resto de España», concluye.