Así volvieron a nacer dos perritos en Castilleja de la Cuesta

Una acción coordinada entre Policía Local y Bomberos del Aljarafe consiguió que el último día del año no acabase en tragedia para dos perros que se habían quedado encerrados en un piso de una calle de Castilleja de la Cuesta, por una serie de factores que se unieron para que la vida de los dos animales corriese serio peligro.

Los agentes policiales y los bomberos recibieron el aviso de que los dos canes habían quedado atrapados en el interior de la casa, una vivienda recién adquirida en la que, por circunstancias que se desconocen, la puerta principal de acceso quedó cerrada sin posibilidad de que nadie la abriese hasta pasadas las fiestas navideñas.

Se trataba, además, de una casa con puerta antiokupa que había quedado bloqueada, de modo que era sumamente complicado abrirla por los métodos tradicionales.

Ni el mejor cerrajero que se pudiese localizar podría abrir la puerta a tiempo, de modo que se decidió actuar de una forma coordinada usando otros métodos, ya que la empresa responsable de la casa no se personaría en la misma con una llave hasta el próximo 9 de enero, con lo que en el interior del inmueble estarían los dos perros sin comida ni agua al menos durante diez días, lo que ponía en serio riesgo sus vidas.

Así las cosas, los bomberos se pusieron a trabajar con un camión que podía dar acceso a la segunda planta del edificio, mientras la Policía Local hacía labores de control del tráfico en la calle, y todo ello esperando que los dos animales estuviesen bien cuando se abriesen las puertas de la casa.

Tras diversos intentos que no tuvieron resultado positivo, por fin se pudo lograr el acceso a la vivienda y desbloquear la puerta de acceso principal a la misma.

Los dos animales estaban en perfecto estado, como comprobaron los legítimos propietarios nada más acceder a la casa y tomarlos en brazos, dejando atrás el importante susto que pasaron en la última jornada del año 2022.

Con mucha diferencia, desde luego, este suceso recordaba al vivido en la misma localidad sevillana el 12 de julio de 2018, cuando la Policía entró en un piso lleno de excrementos por todos lados, un olor pútrido, y un perro que, aunque parezca mentira, se había llevado cuatro meses encerrado tras dejarlo abandonado su dueña, que fue imputada por un delito contra la fauna.

El animal sobrevivió bebiendo agua del retrete y comiendo los restos de comida que fue encontrando por la casa. Las imágenes de la vivienda llena de excrementos y del perro escuálido se hicieron entonces virales.