Brenes rinde homenaje a su paisana más ilustre

Aguas Santas Ocaña recibió en su pueblo el reconocimiento por su labor con los niños pobres de Honduras

02 may 2017 / 08:42 h - Actualizado: 02 may 2017 / 08:43 h.
"Solidaridad"
  • Aguas dirige unas palabras muy emocionada después de recibir el regalo de una foto antigua de su familia. / A. C.
    Aguas dirige unas palabras muy emocionada después de recibir el regalo de una foto antigua de su familia. / A. C.
  • Momento en que las hermandades le hacen entrega de un cuadro conmemorativo. / A. Contreras
    Momento en que las hermandades le hacen entrega de un cuadro conmemorativo. / A. Contreras
  • Visita a Honduras en 2003 encabezada por la entonces alcaldesa de Brenes, Elena Nimo, con Tina González, Nazaria Moreno y Aurora Atoche.
    Visita a Honduras en 2003 encabezada por la entonces alcaldesa de Brenes, Elena Nimo, con Tina González, Nazaria Moreno y Aurora Atoche.

«Si yo corría, los demás venían detrás». Así que corrió y corrió detrás de los niños tirados en la calle y así lleva desde que en 2002 llegara a ser primera dama de Honduras, tras su matrimonio con el expresidente de la República, Ricardo Maduro. Es Aguas Ocaña, es de Brenes y ha estado en su pueblo donde se ha presentado la primera parte del documental sobre su trabajo con la infancia Ángeles de alas rotas, dirigido por la cineasta Carla Calderón.

La sala Blas Infante acogió a unas decenas de paisanos, familiares y amigos que acompañaron a Aguas en el homenaje que quisieron hacerle en su tierra, a cuya puerta llamó en primer lugar cuando, recién llegada a la Casa Presidencial, vio que tenía mucho trabajo por delante y que necesitaría de muchos apoyos.

La entonces alcaldesa del municipio, Elena Nimo, ha sido de nuevo el enlace entre la diplomática brenera y su pueblo natal. «Cuando llamé al ayuntamiento a ver en qué me podían ayudar, me lo cogió la señora de la limpieza, quien al escuchar mi historia me dijo que si no tuviera marido e hijos se venía a ayudarme», cuenta Ocaña. La señora le dio el recado a la regidora que pronto se puso en contacto con la que hoy es una de las paisanas más ilustres, si no la que más.

Apenas cuatro semanas después de esa conversación, un grupo de mujeres andaluzas formado por Nimo, Tina González, Aurora Atoche y Nazaria Moreno, las dos últimas también presentes en el acto, recorrieron junto con la primera dama el drama de la pobreza en el país latinoamericano. Miles de niños tirados en la calle, madres abandonadas, niñas madres, sin techo, sin comida, sin educación para esos inocentes y, «lo que era aún peor», todo un país, todo un sistema, que obviaba esa realidad. «Estaban tan acostumbrados a ver esa estampa que la aceptaban sin más. Era parte del paisaje». Y eso fue lo que más horrorizó a esta española, a la que pusieron por loca cuando la veían de noche recogiendo niños de la calle.

Poniendo en riesgo su integridad física, Aguas recorría burdeles y rincones sacando a las niñas y niños de esos lugares y llevándolos, «a veces con sus familias para ver qué problemática tenían, o a orfanatos privados y religiosos», y en caso de que no funcionaran ninguna de esas vías, se los llevaba directamente a su casa. Muchos de ellos, unos 200, fueron traídos a España a través de becas. Hoy, son personas con estudios universitarios, algo impensable minutos antes de que Aguas se los encontrara deambulando, expuestos a toda clase de torturas, violaciones y vivencias terribles.

En cada salida, la seguían policía, fiscalía y el Instituto Hondureño de Infancia y Familia y poco a poco la fue siguiendo cada vez más gente porque «se empezaron a ver los resultados y empezaron a avisar cuando veían un niño en la calle, cosa que antes era pasado por alto».

Aguas pudo sentir el cariño de sus vecinos en un acto en el que actuaron El Niño Brenes, guitarrista, y Marta Moreno, cantante, quien entonó el cumpleaños feliz que Ocaña celebró ayer. Organizado por el Consejo de Hermandades y Cofradías, contó con la presencia de todos los hermanos mayores, del cura párroco, y de una representación del gobierno local encabezada por la teniente de alcalde.

Las entradas para el acto tenían un coste de 20 euros, cuya recaudación irá a parar a los proyectos para la infancia que la brenera sigue llevando a cabo en Honduras. El Ayuntamiento colaboró con la compra de 20 entradas de la fila cero.

La herencia de esa llamada al consistorio atendida por la persona encargada de la limpieza del edificio son los proyectos de educación, agricultura, salud y construcción que se llevan a cabo actualmente con colaboración de la Junta de Andalucía, Parlamento y Diputación de Sevilla entre otros organismos, y que Aguas sigue desde Argentina, donde trabaja y reside con sus cuatro hijos hondureños.

Un cóctel cerró la «emotiva» velada en la que Aguas pudo disfrutar de sus paisanos, junto con su madre, hermana y una de sus hijas. Al día siguiente visitó la ermita de Aguas Santas, en Villaverde del Río, nombre que lleva por su abuela. Asegura haber encontrado un pueblo «muy limpio y con las casas muy arregladas», además de ese carácter amable y cariñoso que le sirvió, apostilla, «para tratar con tantas y tantas personas» a las que ayudó.

El pasado año fue finalista al premio Princesa de Asturias de la Concordia. No obstante, su mayor premio es «visitar de nuevo Honduras y que esos niños se acuerden de mí, que hoy tengan un futuro» y, sobre todo, «poder seguir ayudando».