La campaña invernal de las hortícolas en la provincia de Sevilla comienza marcada por la sequía y los altos costes de producción. La alcachofa, que era precisamente un cultivo en alza por la alta demanda y por el atractivo que encontraban sus productores en el hecho de que se prefijaran sus precios, ha visto este año reducida su superficie de 60 hectáreas a 14, según datos difundidos por la Coordinadora de Agricultores y Ganaderos (COAG), que avisa de que esto mismo viene ocurriendo con otros muchos cultivos y que obliga a los agricultores sevillanos a buscar suelo con mayor dotación de agua en otras provincias.
La alcachofa se había convertido ya en un cultivo muy importante en Sevilla debido a su componente social, pues para su siembra se clavan esquejes directamente en la tierra de forma manual, lo que repercute en muchos jornales. Si la producción baja tan drásticamente, peligran explotaciones familiares, agroalimentarias, cooperativas y miles de puestos de trabajo. Este sistema de plantación, por otra parte, reduce el tiempo de cosecha de la alcachofa a poco más de cuatro meses después de plantar, de forma que la recolección debería comenzar en octubre y finalizar casi en primavera.
Debido al incremento generalizado de los costes de producción, las crucíferas este año pueden tener otros mercados y otros precios, e incluso puede haber desabastecimiento. De esta forma, se prevé que el 20% de la producción en fresco de alcachofas y el 80% de la de industria vaya destinada al mercado europeo. Los principales países que importan alcachofas de España son: Francia, Italia, Reino Unido, Países Bajos, Alemania y Bélgica.
Alta cocina
La alcachofa española es un producto muy codiciado por el sector gastronómico porque su corazón es mucho más denso, con más molla, y su sabor y aroma son de un producto de kilómetro cero. Se trata de un vegetal que destaca por sus numerosas propiedades y que contribuye a cuidado de la salud por ser una fuente de nutrientes, vitaminas y minerales. Su tacto y sus diferentes formas de ser cocinada, la convierte en un producto estrella de la gastronomía internacional.
Los productores de brócoli y coliflor de Andalucía, en este mismo sentido, aseguran ya que la actual campaña será una de las más complejas que se hayan vivido en los últimos años. El sector hace un balance muy preocupante de esta campaña, por lo difícil que es repercutir los costes a los intermediarios y a la distribución y obtener unos precios dignos en origen. Para colmo, advierten en COAG, se han tenido que adelantar las siembras, que con las elevadas temperaturas, incluso nocturnas, provocarán que los cultivos de las próximas semanas se vean seriamente afectados, pues la raíz de la planta es incapaz de asimilar los nutrientes, lo que va a influir en una notable merma de la producción esperada.