Cantillana es una asignatura que se estudia en La Soledad

‘Conocemos Cantillana’ es la materia de libre configuración creada por el centro para que los escolares refuercen competencias al tiempo que conocen y ponen en valor su localidad

29 nov 2021 / 10:47 h - Actualizado: 29 nov 2021 / 10:52 h.
  • Vídeo elaborado el centro para la asignatura.
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El conocimiento y la valoración del entorno en el que se vive tiene en el CEIP Nuestra Señora de la Soledad de Cantillana la misma importancia que el aprendizaje de la lengua o las matemáticas. Es por ello que en el centro se imparte la asignatura ‘Conocemos Cantillana’, una materia de creación propia con la que los escolares refuerzan las áreas y competencias del currículo escolar aprendiendo sobre la historia, la cultura, la naturaleza y el arte de su propio pueblo.

Se trata de una asignatura de libre configuración, que puede dedicarse al refuerzo de las áreas troncales, a la ampliación de áreas específicas, o ser de diseño propio. En La Soledad han combinado estas opciones para poner en marcha ‘Conocemos Cantillana’. El objetivo es “hacer hincapié en que los alumnos conozcan su pueblo en toda su extensión”, al tiempo que “aprendan las áreas del currículo enganchados al entorno que le rodea”, destaca el director del centro, José Manuel Sanz.

Cantillana es una asignatura que se estudia en La Soledad
Uno de los Molinos Perdidos de Cantillana, centro de interés en el que en este curso se centra la asignatura ‘Conocemos Cantillana’ (Foto: Francisco J. Domínguez)

La asignatura está coordinada por Mª Rosario Pablo, jefa de estudios. Aprobada por el Equipo Técnico de Coordinación Pedagógica (ECTP) y el claustro de profesores y autorizada por la Consejería de Educación y Deporte de la Junta de Andalucía a través de su delegación territorial, comenzó a impartirse el curso pasado.

Refuerzo de las áreas troncales fomentando el conocimiento de su pueblo

Según explica la jefa de estudios, “surge por las características de nuestro pueblo, muy rico en muchos ámbitos”. Por otro lado, “tras analizar el centro, vimos que las propuestas de mejora se debían centrar en la comprensión lectora y la resolución de problemas”. A partir de estas dos premisas, “hemos mezclado lo que nos hacía falta en las troncales para solventarlas y hemos cogido como centro de interés Cantillana, y con eso estamos a la vez incentivando a los niños a que conozcan la cultura de su pueblo”.

Cantillana es una asignatura que se estudia en La Soledad
Los alumnos del colegio La Soledad dedican una hora a la semana al refuerzo de las asignaturas troncales a través del conocimiento de su pueblo (Foto: CEIP Nuestra Señora de la Soledad).

A favor de esta asignatura juega que el equipo directivo del colegio es de Cantillana, por lo que son conocedores de lo que se puede potenciar. De este modo, el curso pasado ‘Conocemos Cantillana’ se dedicó a Naeva, el precedente romano de la localidad, y con la colaboración del arqueólogo José Antonio Valiente, quien exhumó el Mosaico de los Delfines.

En este segundo año, la asignatura se centra en los Molinos Perdidos y cuenta con el asesoramiento del biólogo Ismael Ferreira, vocal de la sección de Ciencia y Medio Ambiente del Ateneo de Cantillana. La ruta de los Molinos Perdidos se ubica en la cuenca del río Viar a su paso por la localidad, que es una de las fallas más antiguas de Europa – datada en la era paleozoica con 300 millones de años de antigüedad –. La fuerza del río se ha utilizado desde época romana para una incipiente industria en los molinos, tanto de harina como de aceite. De los 15 conocidos en el siglo XVI se conservan en la actualidad 6, en unas condiciones dispares.

Asignatura transversal a todas las materias

La asignatura ‘Conocemos Cantillana’ podría definirse como transversal, ya que abarca todas las materias con el hilo conductor del conocimiento del pueblo. Con una hora a la semana y contenidos adaptados y desglosados para cada nivel, cada mes se dedica a un área. En diciembre se trabajarán los Molinos Perdidos desde lengua, con textos elaborados por el colegio sobre su historia, su arquitectura o sus usos, para reforzar la comprensión lectora, con actividades y materiales adaptados a los alumnos. En este sentido, en infantil por ejemplo este primer bloque se trabaja a través de un cuento, elaborado por la maestra Mª Lola Durán.

Cantillana es una asignatura que se estudia en La Soledad
Interior de uno de los molinos, que los alumnos visitarán como parte de la asignatura en el mes de febrero (Foto: Francisco J. Domínguez)

Las posibilidades que este centro de interés ofrece son múltiples, como arduo es el trabajo que conlleva su adaptación pedagógica para acercarlos a los niños. Cuestión para la que en el colegio se están usando todos los recursos disponibles, como el vídeo realizador por la coordinadora TIC, Belén Sivianes, en el que un alumno explica qué son los molinos, para despertar el interés de los escolares por la asignatura y por la propia ruta.

Interés por conocer Cantillana

A través de geografía, geología, historia – la falla, los fósiles y huellas de dinosaurios o el uso industrial desde época romana –, biología – donde se estudiarán las especies autóctonas y endémicas, además de las “plantas brujas” que nacen en la ruta, y que se dedicaban para usos medicinales y terapéuticos –; arte, a través del pintor costumbrista Antonio Sánchez Palma, cantillanero que en el siglo XIX plasmó los molinos en su obras, los estudiantes se acercarán a los Molinos Perdidos. También en inglés, donde “trabajarán palabras y expresiones que tengan relación con los molinos”; matemáticas e incluso educación física – con una salida a conocer los molinos prevista para febrero y una ruta en kayak por el río con la asociación Coleman en abril –.

La valoración de la asignatura es positiva tanto por los resultados académicos como por el creciente interés generado en los escolares por Cantillana. De hecho “hay alumnos que ya han aprovechado para ir con sus padres a las rutas organizadas por el Ateneo y el Ayuntamiento a conocer los molinos”. La semilla por el interés por su pueblo se está sembrando, lo que contribuirá al conocimiento, la valoración y la conservación de la riqueza histórica, cultural, natural y etnográfica que el pueblo atesora.