Cantillana se queda en casa para que la anime Protección Civil

Hay que quedarse en casa. A estas alturas es algo más que sabido que el confinamiento domiciliario es la mejor forma de prevenir la expansión de la epidemia de COVID-19. Y, salvo lamentables excepciones, la población está cumpliendo a rajatabla con esta medida de protección sanitaria.

Por ello, los voluntarios de Protección Civil de Cantillana han decidido apagar el mensaje que difundían por la megafonía durante su patrulla callejera, en el que insistían en la obligación de permanecer en las casas, y cambiarlo por música y felicitaciones. Porque las calles seguirán vacías, pero en las casas la cuarentena se hace más divertida y llevadera.

La agrupación de Protección Civil de Cantillana está integrada por 18 voluntarios, de los que solo 8 prestan actualmente servicio por parejas. Según explica Luis Francisco Picón, coordinador de la agrupación, “no sabemos el tiempo que va a durar esta situación. Por ello hemos decidido limitar la exposición de los voluntarios en la calle, y poder rotar los grupos si el estado de alarma se prolonga”.

Desde la declaración del estado de alarma y el endurecimiento de las medidas de confinamiento domiciliario, las patrullas de Protección Civil empezaron a recorrer las calles de la localidad informando a la población, mediante un mensaje continuo por megafonía, de la obligación de permanecer en las casas.

Impresionan las imágenes de calles sin el más mínimo indicio de vida, tanto en pueblos como en ciudades. Aceras, plazas y parques vacíos sobrecogen por lo inaudito de la situación, más aún en días en los que las condiciones atmosféricas han invitado a disfrutar la calle.

Ante esta circunstancia, en Protección Civil de Cantillana decidieron que no era necesario seguir incidiendo en la labor informativa. El mensaje continuo fue sustituido por “canciones para animar a los niños”. Por zonas, y con sus labores de apoyo y asistencia completadas durante la mañana, empezaron a llenar las tardes de música, visitando cada día alguna zona concreta de la localidad y haciendo que los más pequeños olvidasen por unos momentos esta situación tan atípica que los obliga a permanecer recluidos y no poder jugar fuera de sus casas.

Más conectados que nunca, la noticia de que Protección Civil ponía música para animar la tarde corrió por el pueblo, siendo entonces muchos vecinos los que comenzaron a llamarlos para que se pasasen por sus calles y barrios para tener un ratito de animación.

Pero las peticiones de los vecinos dieron un paso más. Muchos pequeños no han podido celebrar sus cumpleaños rodeados de sus amigos. Por eso a alguien se le ocurrió pedir que, en su ronda ante su domicilio, dedicaran al cumpleañero de la casa la canción de ‘Cumpleaños Feliz’. Y desde entonces no han parado las peticiones de felicitaciones. “Hemos podido tener hasta 14 en un día”.

Por ello, los voluntarios de Protección Civil se han visto obligados a poner unas normas. Tienen prioridad niños y niñas en las felicitaciones. Y todo se hace desde casa. “Los niños lo viven con ilusión. Vemos a la gente muy agradecida”. Con lista de espera, los voluntarios improvisan una fiesta, en la que tras la felicitación “ponemos música, actual y conocida, para que la gente la cante y la baile”. Eso sí, en casa y desde las azoteas o los balcones.

Son muchos los aplausos que la agrupación está recogiendo de sus vecinos. “Nos agradecen que les hagamos más amenas las tardes, pero también es su forma de agradecernos que estemos en la calle expuestos”, todo por hacer un servicio desinteresado a los cantillaneros.

A pesar de todo ello, no hay que olvidar que Protección Civil es un grupo de voluntarios que colabora tanto con el Ayuntamiento como con las fuerzas y cuerpos de seguridad en las funciones que les son encomendadas. En Cantillana, además de realizar rondas informativas con la megafonía y apoyar a los cuerpos de seguridad, colaboran con los servicios sociales municipales en el reparto de alimentos a familias desfavorecidas y con el reparto de almuerzos y meriendas del plan Syga (programa de refuerzo de alimentación infantil) a los menores usuarios de comedor escolar. Por ello, la música y las felicitaciones quedan reservadas para la tarde, cuando ya han cumplido con sus obligaciones.

“Dentro de las limitaciones, conseguimos animar y hacer más llevadera la situación”. No es algo que hagan por su cuenta. El coordinador explica que cuentan con “aprobación del Ayuntamiento y de los servicios de coordinación y emergencia”. Del mismo modo “lo hacemos dentro de lo permitido, sin saltarnos las limitaciones, y como se está haciendo en otros puntos de la provincia y ponemos en común a través de Protección Civil”.

También estas sesiones musicales diarias son la forma en que este grupo tiene para “agradecer a Cantillana y a todos sus vecinos lo bien que lo están haciendo”, manteniendo el aislamiento. “Solo hemos tenido un caso confirmado, que ya se recupera en su casa, y entre todos conseguiremos que el COVID-19 se acabe”, apostilla el coordinador.