- Vídeo: Carmotube TV
- Imagen de la marcha. / E.G.
Volvió Carmona a echarse a las calles. Esta vez, para arropar a la familia de Ana Buza. Más de 3000 personas, según ha podido saber El Correo de Andalucía, inundaron de morado las calles para pedir que se esclarezca la muerte de la joven Ana Buza en 2019.
Aquella fatídica noche, Ana, una brillante estudiante de Filosofía con tan sólo 19 años, viajaba en un vehículo junto a su entonces novio por el tramo de la autovía A4 que cruza Carmona y falleció por las lesiones sufridas al arrojarse del coche en marcha, según la versión de su pareja, siendo archivadas las actuaciones judiciales incoadas respecto al asunto con el apoyo de la Fiscalía, al no apreciar las instituciones judiciales indicios de criminalidad.

Foto: E. G.
No obstante, su familia asegura que fue «atropellada intencionadamente» por su pareja y pide que un Juzgado de Violencia de Género asuma el caso. La familia de la fallecida sostiene que «ella se bajó del vehículo y después fue atropellada intencionadamente por» su pareja, como «culmen de la violencia de género que sufría».
Calles abarrotadas
El inicio de la manifestación comenzó minutos más tarde de las 11 de la mañana, con un Paseo del Estatuto a rebosar. Los colectivos Pavanas Carmona y Justicia para Ana Buza, denunciaron en la previa “todas las negligencias cometidas por las personas en cuyas manos ha estado el investigar e intentar averiguar la verdad de lo que pasó, para que ninguna injusticia quede impune. Pedimos que el caso se investigue en un Juzgado de Violencia de Género y que se tengan en cuenta todas las periciales y pruebas científicas y objetivas aportadas a la causa para que se imparta por fin justicia», indican los citados colectivos.

Foto: E. G.
En torno a las 13 horas y tras la intervención de la familia de Ana Buza y de los colectivos convocantes (Beatriz Martínez y Adelaida Pachón),al que acudieron también los concejales del equipo de gobierno y de la oposición, se puso fin a otro día marcado en rojo en el calendario reivindicativo de Carmona. Una ciudad que, cuando se siente herida, se despierta como sociedad.