Écija

Casi 3.000 firmas apoyan la reivindicación de mejoras del colegio de El Matadero

Tanto la AMPA como la dirección del centro escolar piden desde hace años monitores de educación especial, aula matinal, instalaciones deportivas y una pérgola en el patio, de cemento, para protegerse de las altas temperaturas que registra la ciudad

12 jun 2019 / 10:12 h - Actualizado: 12 jun 2019 / 10:14 h.
  • Entrada del colegio El Matadero en Écija. / El Correo
    Entrada del colegio El Matadero en Écija. / El Correo

Las madres y padres del colegio público (CEIP) Calvo Sotelo han recogido en menos de un mes un total de 2.823 firmas de apoyo a su reclamación de mejoras en la oferta educativa del centro escolar y en las instalaciones del colegio, en la Plaza del Matadero, en el que estudian más de 400 escolares.

La Asociación de Madres y Padres (AMPA) del centro escolar entregará las firmas de apoyo a sus reclamaciones en la delegación territorial de la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía. “Esperemos que con el impulso de nuestras firmas y la presión mediática podamos conseguir lo que llevamos pidiendo desde hace muchos años”, desean.

La AMPA El Pupitre, del CEIP Calvo Sotelo ha recogido firmas tanto de forma física como a través de la plataforma change.org para pedir a la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía que el centro escolar, en la Plaza del Matadero, tenga aula matinal y actividades extraescolares, demandas que vienen reclamando “cada año, siendo la última vez el 5 de junio de 2018”. También para que el Servicio de Ordenación Educativa contrate un profesional técnico de Integración Social (PTIS) “para aquellos alumnos con necesidades educativas especiales, recurso ya reconocido como necesario por el Servicio de Ordenación Educativa pero denegado por falta de presupuesto”.

Necesitamos un monitor de integración porque un alumno requiere de una persona a su lado todo el tiempo que está en el centro”, explica Isabel Martín Hervás, directora del CEIP Calvo Sotelo. “Ahora mismo, esa función la realiza un docente que está dejando de realizar otras funciones, como las de refuerzo y apoyo, para estar con ese alumno”, relata Martín Hervás, “realiza ocupaciones que no son las suyas y eso va en detrimento tanto del resto de profesores, como del alumnado, como de los monitores que podrían hacerlo mejor”.

En esa situación lleva el colegio de El Matadero desde que el alumno con necesidades especiales estaba en primero “y ya está en quinto curso”. La Consejería de Educación empezó respondiendo que no correspondía un monitor de necesidades especiales para el colegio, “luego que sí, pero que no hay recursos; se ve que no lo priorizan”, lamenta Martín Hervás,

A la reclamación de la AMPA sobre esta cuestión se han sumado informes de diversos organismos y reuniones con la administración. “Nos dicen que el centro lo hace muy bien y de momento se queda así”, relata la directora del Calvo Sotelo, que pregunta si “tengo que hacer mal mi trabajo para que me den los recursos que hacen falta”. “Lo hacemos bien porque nos preocupan nuestros alumnos, no porque sepamos”, protesta, “nos hemos tenido que formar, pero el alumno con necesidades especiales no deja de tenerlas, le están negando recursos, sigue careciendo de algo que necesita”.

Las otras quejas por las que los padres y madres han recogido firmas de apoyo son la necesidad de un aula matinal y de actividades extraescolares, “para que los niños y niñas que no dispongan de dinero puedan tenerlas también”. “Queremos equiparar a nuestro colegio al resto de colegios de Écija en cuanto a servicios y prestaciones, tener los mismos derechos que otros centros”, dicen “porque somos el único colegio que carece de esos servicios”.

Y también están las necesidades de acondicionamiento del CEIP Calvo Sotelo. “No tenemos sombra alguna en el patio, ni instalaciones deportivas, ni gimnasio, ni una portería ni una canasta de baloncesto”, enumera la directora. Eso impide dar clases de Educación Física en condiciones. “Con mucha imaginación, los profesores crean espacios con conos y cuerdas, pero hay cosas que no se pueden desarrollar por falta de recursos”, dice Martín Hervás. Además del calor que se sufre en el patio, de cemento. “Cuando hace mucho calor no salimos al patio; es una pena pero es así”.

“Los niños y niñas necesitan salir, pero nadie me garantiza que ninguno sufra un golpe de calor con las temperaturas que se dan en Écija a las doce del mediodía”, argumenta la directora del colegio. “Hay que instalar por lo menos una carpa, algo que dé sombra”, pide.