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Imagen del entierro. / EFE
Centenares de vecinos de la localidad sevillana de Martín de la Jara han arropado este martes a la familia en el entierro de Rocío Caíz, de 17 años, asesinada por su exnovio el pasado 2 de junio, un día antes de que la familia denunciase su desaparición.
Los vecinos se han reunido desde poco antes de las 10.00 horas ante la iglesia de Nuestra Señora del Rosario del municipio, momento en que los familiares de la joven han llegado junto a dos coches fúnebres, uno con el féretro de la menor y otro con varias coronas de flores.
La familia, que portaba rosas blancas, ha permanecido en el interior de la iglesia durante algo menos de una hora, para después dirigirse al cementerio de la localidad, donde la joven ha sido enterrada.
Por orden del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Osuna (Sevilla), que autorizó a última hora de este lunes el entierro, los restos no podrán ser incinerados, por si son necesarias más pruebas.
Los vecinos han respetado el dolor de la familia y han permitido que tanto el funeral como el entierro se realizaran en la intimidad.
Anoche, muchos de ellos se reunían de forma espontánea para despedir a la joven, y realizaron un corazón con su nombre dentro en la plaza del Ayuntamiento con la participación de más de 400 personas de este pueblo de unos 2.500 habitantes.
El presunto asesino se encuentra en prisión por orden del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Estepa.
El detenido, que se acogió a su derecho a no declarar, está siendo investigado por un delito de asesinato con alevosía, y tiene prohibido comunicarse por cualquier medio con los padres y hermanas de la víctima, así como acercarse a su hijo y de Rocío, de cuatro meses.
Rocío Caíz habría cumplido 18 años el próximo domingo, 20 de junio.