Ayer fue el día grande en que los alcaldes de Las Cabezas de San Juan (Sevilla) y Tineo (Asturias), consiguieron la foto y el compromiso de la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, en una efeméride en que ambos municipios, hermanados desde 1988, se están implicando por igual: el 200º aniversario de aquel Pronunciamiento del general Rafael del Riego que supuso, a la postre, la semilla de la Edad Contemporánea en nuestro país.
Riego (1784-1823) había nacido en aquel pueblo asturiano, pero fue en otro del Bajo Guadalquivir -Las Cabezas de San Juan-, al otro extremo de España, cuando tomó una decisión que metería al municipio en los libros de Historia: rebelarse contra el mandato de Fernando VII para que aquellas tropas embarcasen en Cádiz rumbo a las colonias americanas, para sofocar revueltas que buscaban las independencias. Al margen de que estas se producirían, paulatina y mayoritariamente, a lo largo de los diez años con que el último de los Borbones absolutos coronó su propio reinado, la llamada Década ominosa (1823-1833), aquel Pronunciamiento del general Riego a favor de la Constitución de 1812 (La Pepa) que el monarca había ignorado abrió una espita a las libertades que tuvo una duración de apenas tres años (1820-1823), que se conoce como Trienio Liberal y que terminó con la ejecución del militar en la madrileña Plaza de la Cebada.
El gesto de Riego ha sido contemporáneamente valorado, y últimamente más aún, desde que se considera que aquel golpe de estado contra un absolutista abrió el camino del Constitucionalismo en nuestro país. Por eso hoy, con motivo de su 200º aniversario, el alcalde cabeceño, Francisco José Toajas, ha entregado a su homónimo en Tineo (Asturias), José Ramón Feito, un azulejo que se ha colocado en la fachada del Ayuntamiento del pueblo asturiano. El azulejo ha sido obra de unos artesanos ceramistas de Lebrija: Cerámica Artística Lebrijana S.C. El regidor asturiano, por su parte, ha hecho entrega a Toajas de una pequeña escultura que representa un hórreo, una construcción autóctona y símbolo de identidad de la zona.
Con el acto de hoy se cierran los eventos propios del hermanamiento de Las Cabezas y Tineo, los dos emplazamientos clave en la vida del militar que proclamó la Constitución en aquel enero de 1820, enfrentándose al absolutismo y, algunos años después, pagando con su vida por aquello. Separadas geográficamente, pero unidas por aquella gesta, Las Cabezas y Tineo se hermanaron en 1988 y de aquel vínculo nació también el Premio a las Libertades Rafael del Riego, cuya XII edición fue presentada ayer en un acto que contó con la presencia de la vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo, que insistió ayer desde Asturias en que el actual rey emérito, don Juan Carlos I, “no huye de nada porque no está inmerso en ninguna causa”.