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Conservar y cooperar para disfrutar

Un grupo de voluntarios limpió ayer el Cerro del Hierro. Retiraron mucho papel de aluminio y latas de bebidas

20 may 2017 / 22:32 h - Actualizado: 20 may 2017 / 23:29 h.
"Medio ambiente"
  • José Luis Olmedo, director general, en las instalaciones de Estepa, modernizadas en 2010. / El Correo
    José Luis Olmedo, director general, en las instalaciones de Estepa, modernizadas en 2010. / El Correo

Un espacio natural protegido constituye una gran oportunidad para afianzar la conservación de elementos del paisaje estratégicos para la conexión ecológica, ofrece beneficios de tipo social y ecológico, y abre nuevas oportunidades para el desarrollo de las comarcas y la creación de empleo, según indica la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía. Estos apuntes son solo algunos de los beneficios que la administración esgrime al hablar de los espacios naturales protegidos de Andalucía.

También se ha editado folleto informativo liderado con el lema Espacios de conservación, espacios de participación, en el que se da cuenta igualmente de la ubicación y las características de los principales espacios naturales y parques de toda la comunidad autónoma. Uno de ellos es el parque natural Sierra Norte de Sevilla, donde este fin de semana se ha vuelto a desarrollar una nueva actividad en su centro neurálgico: el Cerro del Hierro. La joya de la corona ha sido testigo de una nueva movilización de voluntarios a fin de proteger y conservar uno de los mayores tesoros, si no el mayor de todos, de la comarca.

De sobra es conocida la actividad del grupo de voluntarios del parque natural Sierra Norte. Un colectivo que esta vez ha llevado a cabo una labor menos agradable que las otras que realizan a lo largo del año, pero igualmente indispensable para la conservación del medio ambiente. Esta tarea ha sido la limpieza del entorno.

Coincidiendo con el día europeo de los parques, el antiguo poblado minero, hoy dependiente de San Nicolás del Puerto, ha celebrado la actividad Turismo Activo Sostenible en el Monumento Natural Cerro del Hierro, y por ello los voluntarios se han enfundado los guantes y con bolsa de basura en mano han procedido a recoger los residuos presentes en las zonas de más tránsito de dicho monumento.

A primera hora de la mañana, los participantes, procedentes en su gran mayoría de pueblos de la comarca como Guadalcanal, Alanís o Constantina, se reunieron en el punto de información del Cerro del Hierro, también conocido como la casa de los ingleses, donde recibieron las primeras instrucciones de Isidoro Pérez, presidente de la asociación Natures, quien desde 2008 viene trabajando en proyectos de voluntariado. El propio Pérez explicó que no se trataba de una simple limpieza, sino que constituía una campaña de retirada de residuos con una valoración posterior afín de ver de qué naturaleza son, para así extraer datos y poder emitir posteriormente un informe con las conclusiones pertinentes. A raíz de estas, se procederá al estudio de posibles soluciones.

Según Pérez, su experiencia en limpieza de costas les ha permitido constatar que la mayoría de los residuos de las playas son colillas de cigarros. Hecho este que ha llevado a poner en marcha la reciente campaña de entrega de ceniceros para los bañistas. Siguiendo este ejemplo, el presidente de Natures cree que conociendo el tipo de residuos vertidos en el parque podrían llevarse a cabo medidas para posteriormente subsanar el problema.

Antes de empezar la actividad, Pérez reflexionó acerca de los elementos que componen el entorno natural, en el que además de fauna, flora y rocas, el hombre debe ser y sentirse parte de ese ecosistema, para vivir en consonancia con el mismo.

Acto seguido, el grueso de voluntarios se dividió en pequeño grupos de cinco personas que se repartieron en varios puntos y procedieron a la limpieza. Una de las primeras áreas revisadas fue la de los merenderos anexos a la casa de los ingleses, en los cuales, como es lógico, se encontraron residuos derivados de la estancia allí de visitantes que habían hecho uso de los mismos. Sin embargo, más adelante, el patrón de residuos giró entorno al hallazgo de papeles utilizados para deposiciones humanas.

Las labores de limpieza se vieron dificultadas por la altura de la hierba, sin embargo, no fue obstáculo para hallar uno de los mayores enemigos de la naturaleza como es el aluminio: latas de refresco, de conservas o papel para envolver bocadillos. El aluminio es uno de los materiales que más tarda en desintegrarse, siendo altamente perjudicial para el entorno natural.

Tras la clasificación y el recuento de residuos, se pudo constatar que el más recurrente era el que podría encuadrarse en el grupo de higiénicos sanitarios, y si bien en un principio se pensó en demandar un nuevo aseo, la mayoría optó por proponer un ejercicio de conciencia al visitante para que cargue con sus residuos hasta un lugar donde sea posible depositarlos e insistir en programas de educación medioambiental en lugar de reclamar elementos pasivos en el espacio.

Pero no solo los voluntarios fueron los únicos presentes en el día de ayer en el Cerro del Hierro. El poblado recibe numerosas visitas cada fin de semana y este no iba a ser menos. Una excursión de más de un centenar de personas que contemplaban el monumento natural. Mezclados con ellos estaban los voluntarios limpiando de basura su mayor tesoro. El ejemplo perfecto de que es necesario conservar, para poder disfrutar.