Esta noticia, que lo es porque es algo nuevo, podría ir acompañada de una foto y un nombre propio. Pero entonces el protagonista de la historia, y su familia, caerían en ese error tan de toda la vida contra el que advierte el propio Cristo en los Evangelios: que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha. Por eso, al contrario de lo que reza ese viejo refrán de que se dice el pecado pero no el pecador, aquí contamos la virtud pero no el virtuoso. Un niño de Los Palacios y Villafranca de solo diez años ha entregado a la organización Cáritas de la parroquia Santa María la Blanca todo el dinero que le regalaron en su Primera Comunión: un total de 300 euros.
La cantidad, evidentemente, es lo de menos, porque la supera, fuese cual fuese, el gesto inaudito en los tiempos que corren, cuando hasta en una época pandémica la preocupación generalizada de tantos chicos y sus familias ha seguido siendo el traje, la posibilidad de la celebración por todo lo alto y la remota opción de seguir celebrándolo a continuación, con viajes incluso internacionales. De hecho, uno de los conflictos en torno a las Primeras Comuniones, en Los Palacios y Villafranca y en cualquier lugar de la provincia de Sevilla, ha sido en estos últimos meses los aplazamientos del Sacramento por parte de la Iglesia mientras los trajes se quedaban pequeños... Este chico, sin embargo, que hizo Primera Comunión a finales de octubre, se decidió en Navidad a entregar la cantidad directamente a Cáritas.
No ha sido hasta esta semana cuando los responsables de Cáritas, con su director, José María Hormigo, al frente, se han presentado en el domicilio del niño palaciego para entregarle un diploma en señal de agradecimiento. “Es la primera vez que ocurre algo así en Cáritas”, ha confirmado Hormigo, que no tiene constancia de que nadie –tampoco los adultos- haya entregado su regalo, o parte de él, “de su Primera Comunión o de su boda”, señala, admirado. “El chaval estaba contento con lo que había hecho”, ha referido Hormigo a este periódico, “pero más contento se ha puesto cuando le hemos explicado que, con ese dinero, tres familias de su pueblo van a poder comer esta semana”. Entonces ha sido cuando el chico, ya en 5º de Primaria, ha sido verdaderamente consciente del valor de su hazaña.
El niño ha hecho honor a lo que significa la palabra Comunión: poner en común. Y, por si fuera poco, ha sido la primera vez que ocurre. “Es un niño con caridad de adulto porque nos consta que no ha sido decisión de sus padres, sino de él mismo, y el gesto nos llena de esperanza”, explica Hormigo, que advierte de que, en el último año, se ha duplicado el número de familias que acuden a Cáritas en busca de ayuda. “Y lo más llamativo no es la cantidad, sino que sean familias normalizadas que siempre han tenido su trabajo y cuyo reto más grande es precisamente pedir ayuda ahora, porque no están acostumbradas”. Pero frente a su aumento, también reconoce Hormigo que el número de colaboradores permanentes se ha cuadruplicado. “Unos dan tres euros y otros quince, como un señor en paro el otro día, cuyo valor se multiplica tanto”, dice. El director de esta Cáritas de Los Palacios se ha mostrado muy satisfecho con la respuesta solidaria de la gente. En los últimos meses, un palaciego anónimo ha llegado a donar 12.000 euros.