De Alcalá del Río a Belén con la hermandad de la Soledad

Como una cofradía con más de 500 participantes, los soleanos salen a la calle para representar la historia del nacimiento del Señor, una protestación de fe pública en el casco antiguo de la localidad

07 dic 2019 / 11:35 h - Actualizado: 07 dic 2019 / 15:09 h.
  • El portal de Belén, en la plaza del Calvario.
    El portal de Belén, en la plaza del Calvario.
  • Hebreas ocupadas en sus labores en el Belén soleano.
    Hebreas ocupadas en sus labores en el Belén soleano.
  • Niñas hebreas lavando la ropa en un lebrillo.
    Niñas hebreas lavando la ropa en un lebrillo.

Si el Niño hubiera nacido en la Vega sevillana, a buen seguro que lo habría hecho al repique de las campanas de la torre mudéjar de Alcalá del Río. Porque a su sombra lleva naciendo desde hace trece años. Su venida anticipada es tan deseada que ‘Sucedió en Belén’ – la representación en la que nace – es una de las citas más esperadas de la Navidad.

De Alcalá del Río a Belén con la hermandad de la Soledad
El ángel Gabriel anuncia la buena nueva a la Virgen.

Todos los caminos llevan este fin de semana hasta Alcalá del Río. Es conocida esta villa – calle, guarda y collación de Sevilla –, por su milenaria historia y su Semana Santa, fiesta de interés turístico. Pero si hay algo que ya es sinónimo también de la localidad es su Belén. Una colosal representación con la que la corporación del Viernes Santo transforma más de 7.000 metros cuadrados del casco histórico para ser el pueblecito en el que Dios quiso nacer.

De Alcalá del Río a Belén con la hermandad de la Soledad
La Virgen y San José van a empadronarse a Belén.

Repostería, artesanía y cuidados decorados en el viaje a Belén

Tras adentrarse por un oasis de palmeras hasta llegar a la taquilla, la espera ante el arco de acceso en la muralla de este Belén se acompaña con lo más selecto de la repostería local. Un narrador con aires de profeta relata la introducción a este viaje en el tiempo y el espacio, hasta meterse de lleno en la Judea del principio de nuestra era sin moverse del corazón de la localidad.

Los soberaos sacan en estos días lo mejor de la artesanía para llenar de género el bullicioso mercado que abre la representación. No es el Black Friday pero los figurantes pregonan sus ofertas con el mayor de los convencimientos. Y hay quien no resiste la tentación, queriendo comprar algo de ese llamativo atrezo.

Del bullicio se pasa a la quietud de Nazaret, para recalar ante la casita en la que la Virgen se distrae de su labor contemplando Sevilla en el horizonte, con privilegiadas vistas a la Vega. En una nube de humo aparece Gabriel, el ángel que anuncia la buena nueva que cambiara su vida y la Historia. Igual que, más abajo, otro ángel se aparece en sueños a José para darle fuerzas ante los designios del Señor. Entre ambos, un decorado que simula un humilde pueblo, con sus habitantes afanados en sus tareas, y que hace olvidar que se pasea por calles auténticas del caso urbano de la localidad.

De Alcalá del Río a Belén con la hermandad de la Soledad
María y José buscan posada entre el gentío que visita el Belén.

Ambientación y realismo con tonos morados

Gallinas, conejos, patos y ovejas son parte de la fauna que puebla este Belén, y que hace las delicias de los más pequeños. Como también lo hacen de los mayores las palabras que Isabel, también encinta, dedica a la Virgen cuando la visita. Carpinteros, molinos harineros, puestos de venta ambulante o una escuela que enseña los mandamientos dan ambiente y realismo a la representación.

Avanzando por el recorrido notará el visitante que abundan los tonos morados en el atuendo de actores y figurantes. Cuestión que no debe resultar extraña, pues es el color que identifica a la hermandad, y con el que estos hebreos y judíos mejor se sienten representados.

Cae la noche y se encienden las antorchas para alumbrar al funcionario romano que apunta a los Santos Esposos en el censo. Tras cumplir su obligación legal, continúan por las sinuosas calles buscando sin éxito posada.

De Alcalá del Río a Belén con la hermandad de la Soledad
Los Reyes Magos van a buscar al Niño tras visitar a Herodes.

Una catequesis pública de los soleanos

Si el Niño hubiera nacido en la antigua Ilipa Magna, el murmullo del Guadalquivir saltando en su presa lo hubiera arrullado. Es por eso que en estos días el río presta uno de sus brazos para que el agua fluya por primera vez por este Belén. Y bajo el puente que cruzan los visitantes corre con la misma fuerza que exhibe esta hermandad cinco veces centenaria, en la que más de 500 hermanos y hermanas se entrega en cuerpo y alma en la realización de esta catequesis pública. Y sin esperar otra recompensa más que la satisfacción por dar testimonio de la fe con la que esperan el nacimiento del Señor.

Tras cruzar el puente, un vergel casi oculta la parroquia alcalareña. Las hogueras calientan la fría noche, en la que los pastores cuidan de sus rebaños. Entre truenos, un ángel les anuncia que ya nació el Señor, y sin dudarlo van a adorarlo.

Herodes sigue siendo irónico y hasta soberbio con los Reyes Magos. Pero poco importan sus burlas cuando Sus Majestades saludan y dan caramelos a los más pequeños. Aunque los mejores presentes los guardan para el Hijo de Dios, que en la plaza del Calvario – nombre que ya presagia su destino – es agasajado con bailes y cantos de los pastorcitos que lo adoran, bajo la luz de la estrella que refulge en la torre de la iglesia.

De Alcalá del Río a Belén con la hermandad de la Soledad
El ángel anuncia a los pastores que ha nacido el Señor.

Dios nace como Niño, alcalareño y soleano

Dice el popular villancico que Triana le regala al Niño un caballo con los más exquisitos arreos. No se queda atrás la Hermandad de la Soledad de Alcalá del Río, que le regala un pesebre para nacer en su plaza más céntrica, y el canto del aleluya entre fervorosos aplausos de emoción. Y no una, sino hasta 87 veces en este puente, en el que Dios nace alcalareño.

De Alcalá del Río a Belén con la hermandad de la Soledad
Un zapatero se afana en su labor.

Si aún no ha tenido oportunidad de disfrutar del nacimiento del Niño Jesús según Alcalá del Río, todavía está a tiempo de hacerlo. Este sábado continuarán las representaciones de 11.45 a 22.00 horas, y mañana domingo se extenderán de 12.00 a 18.00 horas. Una ocasión inmejorable para acercarse hasta la localidad y comprobar de primera mano cómo Alcalá del Río se hace Belén. Y poder afirmar sin temor a equivocarse que si el Niño hubiera nacido en la Vega, seguro que sería soleano.