De ruta a través del agua

La Ruta del Agua muestra el rico entorno natural desde El Carambolo hasta los Lagos del Serrano

16 ago 2015 / 20:46 h - Actualizado: 16 ago 2015 / 20:47 h.
"Turismo"
  • Con la ruta del Ayuntamiento de Guillena, el visitante puede conocer el paraje natural que está escoltado por los ríos Rivera de Huelva y Cala. / El Correo
    Con la ruta del Ayuntamiento de Guillena, el visitante puede conocer el paraje natural que está escoltado por los ríos Rivera de Huelva y Cala. / El Correo

En plena canícula estival, cuando el turismo de sol y playa se convierte en una rutinaria y masificada costumbre, la provincia de Sevilla ofrece atractivas posibilidades para el asueto en los largos días veraniegos. Una de ellas es la Ruta del Agua, un amplio corredor verde que ofrece múltiples opciones para el deporte y el ocio, la gastronomía y el contacto con la naturaleza.

La singularidad de esta ruta vertebrada por el agua, que apuesta por el desarrollo ecológico y sostenible, estriba en el hecho de discurrir entre los embalses, lagos y pantanos que abastecen a una gran parte de la población sevillana. Son los ríos Rivera de Huelva y Cala los que configuran el entorno de gran riqueza ambiental y paisajística, y en cuyos cauces se ubican los embalses de El Gergal, Cala, el contraembalse de Guillena y los Lagos del Serrano. A lo largo de la ribera se distribuyen miradores, como La Lapa, La Solana Recio, La Picota o Cerro Romero, que inauguran para los ojos del visitante un entorno donde compiten lo desconocido y lo bello.

Solo por el hecho de conocer de primera mano de dónde viene el agua que se consume a diario ya despierta interés para la visita. Pero la Ruta del Agua es aún mucho más. Hay tantas posibles formas de combinar las opciones que ofrece este itinerario que el verano quedaría corto para disfrutarlo.

A las posibilidades habituales en entornos naturales similares, como senderismo, montañismo y cicloturismo, se suman las opciones de visitarla mediante rutas ecuestres y paseos a caballo guiados, posibilidad de acceder a zonas de vuelo libre para parapente y ultraligero, baño y pesca, visita a fincas de reses bravas y, como no, disfrute de la gastronomía en La Cantina. Y si aún no fueran suficientes alternativas, el Ayuntamiento de Guillena está abriendo otras nuevas, como la introducción en estos parajes del Nordic Walking, la cada vez más habitual marcha nórdica, con cursos de iniciación bien demandados y competiciones, cuestiones que abren nuevas vías para el disfrute de este entorno poco conocido. Un completo paquete vacacional que se disfruta de forma gratuita y de fácil acceso desde cualquier punto de la provincia.

Y, cómo no, suma puntos a la visita la experiencia que da el poder conocer una flora y fauna propia y endógena, que, con un poco de suerte y conocimiento, permitirá al visitante avistar desde liebres y conejos a gatos monteses, jabalís o ciervos en lo que respecta al reino animal, mientras se discurre entre encinas, quejigos, algarrobos y palmitos y los habituales romero, jara y retama serranos.

Convenientemente señalizada y acondicionada, la ruta cuenta además con un tramo catalogado como restringido, el corazón de todo el itinerario. Unos 15 kilómetros de extensión que solo pueden recorrerse a pie, caballo o bicicleta. Desde el propio núcleo de Guillena, desde la Cruz de la Mujer, se accede a este espacio, que concentra la mayor parte de las opciones del enclave.

Un total de 14 áreas de descanso, con refugios y miradores, merenderos, zonas de acampada, una apropiada señalización informativa terminarán por configurar una experiencia enriquecedora a la par que instructiva. Y como en este enclave todo suma, aún cabe la posibilidad de ofrecer nuevas sorpresas, como el contacto con aldeas, cortijos y palacios, antiguas estaciones de ferrocarril e incluso restos prehistóricos. Todo ello siempre a través del hilo conductor del agua, los embalses y lagos y la conexión de todos los recursos hídricos de la zona.

Desde el año 2002 este recurso natural está institucionalizado con el nombre de Ruta del Agua. Su creación fue promovida por el consistorio guillenero, con el apoyo de otras administraciones, para poner en valor una serie de posibilidades de tiempo libre e inmersión en la naturaleza, vertebradas a través de la extensa red de recursos hídricos de las estribaciones de la sierra. Se extiende a lo largo de 68 kilómetros, que se inician en El Carambolo y recorren buena parte de la Sierra Norte sevillana hasta los Lagos del Serrano.