Mascarillas, desinfectante, guantes y distancia física son en este momento tan comunes en las autoescuelas como la señalización viaria o el aprendizaje de las normas de circulación. Además de la seguridad vial y los elementos de protección, como el uso del cinturón, el inicio de la actividad en estos centros ha ido acompañado de normas y disposiciones para que sacarse el carnet de conducir sea totalmente seguro.
Las autoescuelas, según la previsión inicial, podrían reabrir cuando la provincia en la que radicasen accediera a la fase 2 del plan gubernamental de transición a la denominada nueva normalidad. Un momento esperado por el sector para poder retomar la actividad laboral tras el cierre obligado desde mitad de marzo.
Incertidumbre en el sector por la no inclusión de las autoescuelas en la orden de Sanidad
El sábado 16 de mayo el Boletín Oficial del Estado (BOE) recogió la orden del ministerio de Sanidad para la flexibilización de determinadas restricciones de ámbito nacional establecidas tras la declaración del estado de alarma en aplicación de la fase 2 del Plan para la transición hacia una nueva normalidad. En su articulado no se hacía ninguna referencia a la vuelta a la actividad de las academias de formación en general ni de las autoescuelas en particular. Un limbo que generó una gran incertidumbre en el sector.
Apenas 48 horas antes de la entrada en vigor de la nueva fase en gran parte de España, el error fue subsanado en el BOE del 23 de mayo, en el que ya se recoge la “reanudación de su actividad presencial, siempre que no supere un tercio de su aforo”.
Las autoescuelas sevillanas volvieron a abrir el 25 de mayo
Con ello, las autoescuelas sevillanas, con la entrada de la provincia en la fase 2 el lunes 25 de mayo, pudieron abrir nuevamente sus puertas. La autoescuela Hortelano, en Cantillana, ha sido una de ellas. Un centro ubicado en la señera avenida de la Soledad que, gracias a las dimensiones del local, ha podido adaptarse a la limitación de aforo. “Los 22 ordenadores que teníamos en el aula han pasado a ser 11 para mantener la distancia de 2 metros. Hemos adaptado también la recepción para incluir 4 puestos más”, explica Paco Hortelano, titular de la autoescuela. Una ventaja que otros centros de menor superficie no han podido llevar a cabo.
La orden de Sanidad indica que las autoescuelas “deberán priorizar, siempre que sea posible, las modalidades de formación a distancia y on-line”. En la autoescuela cantillanera “las clases eran todas presenciales, y contábamos con una plataforma virtual para test y con tutoriales”. Para la reapertura, esta plataforma se ha ampliado para poder ofrecer las clases a través de ella y cumplir así también las disposiciones sanitarias.
El BOE recoge igualmente la obligación de “aplicación de las medidas de higiene y prevención previstas para los establecimientos y locales comerciales de carácter minorista”. Los alumnos han de acudir con mascarilla y guantes, disponiéndose dispensadores de geles desinfectantes. Los ordenadores tienen un papel importante en las autoescuelas. Para un uso seguro “disponemos de guantes desechables para manejar el ratón. Tras el uso, cada puesto y cada ordenador es desinfectado para que los siguientes alumnos puedan utilizarlo”.
Desinfección del vehículo tras cada clase práctica
Para las clases prácticas se han aplicado las indicaciones para la ocupación de vehículos y movilidad, por lo que participan hasta 3 alumnos con el profesor. “Al no ser convivientes en el mismo domicilio, todos vamos con mascarillas” ante la imposibilidad de instalar otros sistemas de protección. “Antes y después de la clase de cada alumno se desinfecta el asiento y las partes más expuestas al uso, como cinturón, volante, palanca de cambios y mandos”.
Esta próxima semana volverán los exámenes, aunque con “limitaciones en las aulas para el teórico, como en los exámenes prácticos, por lo que no tendremos la misma rotación que antes”, explica Hortelano.
Importante inversión sin ayudas para cumplir la normativa
Sin más ayuda que la prestación extraordinaria por cese de actividad, incluso manteniendo expedientes temporales de regulación de empleo (ERTE) entre los trabajadores, las autoescuelas han tenido que realizar un importante desembolso para poder adaptarse a las condiciones necesarias para la apertura. Mamparas, señalización y cartelería informativa, mascarillas, guantes y desinfectantes, así como la adaptación de las aulas y los espacios de uso común, han supuesto un coste “cercano a los 700 euros, para lo que hemos tenido que tirar de ahorros”.
Con todo ello, en las autoescuelas se vive con preocupación esta vuelta a la normalidad. La falta de trabajo durante más de dos meses, los gastos fijos – como los de alquiler de locales –, los generados por la adaptación de aulas y espacios, así como la merma de alumnos – tanto por las limitaciones de aforo como por la bajada de demanda – ponen en una situación complicada la supervivencia en el sector, sobre todo en autoescuelas pequeñas. En este sentido, Hortelano destaca que “sacarse el carnet de conducir ahora es más necesario que nunca. Las autoescuelas y la administración hemos hecho un gran esfuerzo para que se pueda llevar a cabo con las mayores garantías de seguridad”.