Despachar y normalizar: un reto laboral de integración en Los Palacios
La asociación de discapacitados intelectuales Aura pone en marcha su proyecto ‘Gente con corazón’ en una tienda de moda de caballeros: las chicas atienden a la clientela, clasifican y doblan ropa, cobran y se hacen un hueco, a fuerza de talento y cariño, en el mercado laboral
En la asociación de personas con diversidad funcional Aura, de Los Palacios y Villafranca, que acaba de cumplir 25 años de historia, no han podido terminar el año con un proyecto más ilusionante: el de integrar a sus chicos mayores en el mundo laboral. Alba, Rocío y Leticia empezaron ayer en la primera tienda que se ha ofrecido voluntaria en el pueblo para que realizaran sus prácticas, la de moda de caballero de Manolo Ruiz. Durante el último mes, han aprendido aquí a recoger, doblar y colocar las prendas, a apuntar las ventas y a socializar con la clientela. Ayer fue el pistoletazo de salida y cosecharon su primer éxito, no solo porque también consiguieran vender muchas de las sudaderas que han preparado en su sede (de varios colores, con y sin gorro, a 18 y 23 euros), ni porque tanta gente se acercara a la tienda solo para colaborar con el proyecto, y ni siquiera porque la televisión local entrevistara a las auténticas protagonistas, sino porque han conseguido dar sentido pleno al lema del proyecto: Gente con corazón. Hoy, de 11.30 a 14.00 horas, más y mejor.
“Estas personas tienen necesidad de incorporarse al mundo laboral para su integración social y también para desarrollar su personalidad”, apunta Concha Cid, una de las socias, que agradece “el gesto a toda esa gente con corazón que nos está facilitando el largo camino que acabamos de empezar”. Porque el proyecto continuará con más fuerza en 2022: la semana que viene tocará otra tienda, en este caso de decoración, El Rinconcito de Elena, en la avenida de Utrera. Y la siguiente semana, otro establecimiento de la Plaza de España. “La verdad es que mucha gente en el pueblo se está volcando, y eso es de agradecer”, insiste el presidente de Aura, Manuel Parejo.
“Estamos muy agradecidos a toda esa gente con corazón que nos ha abierto sus puertas de par en par, los comercios de nuestro pueblo y la asociación de comerciantes Asepavi, y también al Ayuntamiento”, señala Concha, convencida de que los chicos de Aura pueden desarrollar perfectamente su trabajo en contextos apropiados.
La experiencia no solo está siendo satisfactoria para estas tres profesionales –Leticia, Rocío y Alba-, sino para una clientela con sobrada empatía como para preguntarles por sus sudaderas y otras prendas, como se demostró durante toda la divertida y productiva mañana de ayer en la tienda de Manolo Ruiz. Muchos clientes se fotografiaron con las chicas e incluso algunos se han ofrecido ya para echarles una mano en las sucesivas experiencias, lo cual agradece la asociación. Por otro lado, los propios comerciantes están anunciando sus negocios con un plus de compromiso y humanidad que hoy vale su peso (de corazón) en oro. Ayer fue un día de nervios, pero también de risas, de aprendizaje, de apertura de nuevos horizontes. La jornada de hoy ya ha empezado, pero Rocío, Leticia y Alba ya cuentan con cierta experiencia laboral, y se les nota.