Estudio Imagen ha sido el cronista gráfico de la historia reciente de Cantillana. Por sus objetivos han pasado bodas, bautizos, comuniones, fiestas y eventos. Pero sus negativos guardan también las visitas de personajes ilustres, los cambios en la fisonomía del callejero y la expansión urbanística. La política, la religión, la sociedad y la cultura componen un extenso archivo que ahora, además de ser cedido al pueblo, integra un libro que es la primera parte de la digitalización y universalización de la Cantillana del cuarto final del siglo XX.
El germen de esta historia gráfica está en Manuel Rincón, José Manuel González y Francisco Ramos. El primero regentaba un estudio de fotografía en la céntrica plaza del Llano, el segundo empezaba a hacer sus pinitos en los años 70 y el tercero comenzó como ayudante de Rincón. Los avatares de la vida llevaron a que González y Ramos se hiciesen cargo del negocio que, ya en la década de los 80 y con ambos como socios, pasó a denominarse con el nombre que ha llegado a la actualidad.
Camping en el río Viar en el año 1988, un aprovechamiento lúdico del río hoy perdido y que el libro continúa recordando (Foto: José Manuel González / Francisco Ramos / extraída de ‘Cantillana al final de un milenio)
‘Cantillana al final de un milenio’ es el libro que recoge parte del archivo
En sus archivos están 25 años de la historia de Cantillana. Sobre los de su antecesor, González constató que sólo se conservaba “una cajita pequeña con unos cuantos negativos que no tenían nada que ver con Cantillana”. Sus familiares no valoraron su contenido y se deshicieron de todo. “Ahí se había tirado parte de la historia de nuestro pueblo”, según señalaba el fotógrafo
De ahí surge la idea de digitalizar sus fondos para que, a su falta, no pase lo mismo. Se presentó al Ayuntamiento un proyecto para escanear los negativos del vasto archivo de los dos fotógrafos, seleccionar el material directamente relacionado con Cantillana y ponerlo “al servicio del público”. Todo el material pasaría a “formar parte de un archivo municipal que se encuentre en una nube” y sea accesible para cualquier persona interesada. Con el beneplácito municipal, el proyecto ha salido adelante, siendo su resultado el libro ‘Cantillana al final de un milenio’. Un álbum que perpetúa gráficamente la recta final del siglo y del milenio, como su título destaca.
Mercadillo en el entorno del Mercado de Abastos, edificio hoy desaparecido y en cuyo lugar se erige el Ayuntamiento y la plaza aledaña (Foto: José Manuel González / Francisco Ramos / extraída de ‘Cantillana al final de un milenio)
Una selección de 400 fotos de más de 9.000 reunidas en 300 páginas
Para llegar a su materialización ha sido necesario escanear negativos correspondientes a más de 9.000 fotos. Una primera criba desechó las pertenecientes al ámbito privado – ya que por el aprovechamiento de los carretes convivían juntos tanto “un bautizo como la inauguración del instituto” –. De una segunda selección ha nacido el libro, tras un trabajo que se ha dilatado por un año.
‘Cantillana al final de un milenio’ es una publicación de cuidada edición sufragado por el Ayuntamiento. De formato apaisado (como suelen ser los álbumes de fotos), reúne en 300 páginas más de 400 fotografías de un periodo que abarca desde 1972 al año 2000 y que coincide con la Transición española y la consolidación de la democracia.
Francisco Ramos (izquierda) y José Manuel González (derecha), los fotógrafos que han cedido su archivo, en el acto de presentación del libro (Foto: Ayuntamiento de Cantillana)
La publicación se divide en 10 secciones que dividen las fotos por temáticas, acompañadas por 15 firmas locales que realizan una introducción y acercamiento al área que cada capítulo aborda con profusión mediante las fotografías revalorizadas. En sus páginas han quedado plasmadas las visitas de Adolfo Suárez, Julio Anguita, Santiago Carrillo, Javier Solana o Josep Borrell; el primer ayuntamiento democrático y las primeras candidaturas locales. Se muestra el periodo festivo desde las candelas de febrero a las fiestas marianas de las hermandades de gloria, pasando por la Semana Santa y el Corpus.
La obra expone el patrimonio – a veces bien conservado y otras perdido –. Muestra un entorno natural hoy variado, con las playas del río Viar en las que se veraneaba, o las crecidas del Guadalquivir que lo devolvían a su antiguo cauce a las faldas del pueblo. Pueden verse los cambios en la fisonomía de la plaza del Llano; la modernización de los colegios y la construcción del instituto; las inquietudes de los jóvenes de entonces, los movimientos sociales y el asociacionismo.
Acto de presentación del libro ‘Cantillana al final de un milenio’ (Foto: Ayuntamiento de Cantillana)
Sus fotos son el vestigio de las tertulias de jubilados en bares que ya no existen, de personas que hoy sólo son vagos recuerdos. La artesanía mantenida, la evolución de la agricultura. Los lagares, bodegas y molinos aceiteros ya desaparecidos. Se constata la evolución desde un pueblo tradicional a una localidad moderna con la perspectiva que estas fotos ofrecen.
Creación de un archivo gráfico virtual y de acceso público
El libro fue presentado el pasado sábado y distribuido de forma gratuita entre los asistentes que – contándose por centenares – llenaron la Casa de la Cultura, y el consistorio lo ha colgado en versión digital para su descarga – también gratis –. Tras el acto de presentación, González y Ramos firmaron con la alcaldesa en funciones, Ángeles García, la cesión del archivo digitalizado al Ayuntamiento para que este prosiga el proyecto. Porque este no consiste solamente en la publicación del libro, sino en la creación de un repositorio digital, virtual y de acceso público.
La recopilación también recoge imágenes como esta de 1988, en la que a causa de una riada el Guadalquivir recupera su antiguo cauce junto al pueblo (Foto: José Manuel González / Francisco Ramos / extraída de ‘Cantillana al final de un milenio)
González insiste en que “el libro es el primer fruto de un árbol, que es el proyecto para que seamos el primer pueblo que tengamos un archivo gráfico digital al que pueda acceder cualquier persona que quiera estudiar algo de Cantillana”. Su publicación por tanto “no es el final, es una parte”, que podría continuar con nuevas publicaciones y sobre todo con la apertura de ese archivo digital y virtual.