Los Palacios y Villafranca

El alcalde de Los Palacios estalla en las redes contra los vándalos y la falta de civismo

A raíz del repunte de la quema de contenedores en el pueblo, Juan Manuel Valle (IU) arremete contra el incivismo y la mala educación, contra lo que no pueden policías y barrenderos

Álvaro Romero @aromerobernal1 /
09 ene 2020 / 07:54 h - Actualizado: 09 ene 2020 / 07:58 h.
  • El alcalde de Los Palacios estalla en las redes contra los vándalos y la falta de civismo

Hace exactamente un año, el alcalde de Los Palacios y Villafranca hizo un llamamiento desde sus redes sociales para que sus paisanos de bien hicieran una particular “guerra al guarro” grabándolos con el móvil a modo de denuncia pública. Se refería el regidor palaciego entonces a quienes arrojaban todo tipo de basuras e incluso de escombros dentro o en los alrededores del municipio. Otra vez a comienzos de año, Juan Manuel Valle (IU) ha estallado en su perfil de Facebook con una amplia reflexión en modo de preguntas retóricas que no tratan de “responsabilizar a nadie ni de eludir ninguna responsabilidad”, insiste, pues “todos somos adultos”. La batería de preguntas, a las que no han faltado repuestas de palaciegos que hacen autocrítica o que critican directamente al Ayuntamiento por la parte que le toca, ha surgido después del repunte de quemas de contenedores de basura, otro clásico recurrente en el municipio.

En este sentido, el alcalde lanzaba el siguiente interrogante: “¿Qué es más lógico, tirar los papeles en la papelera o en un contenedor o criticar a los barrenderos y al Ayuntamiento porque hay papeles en las calles?”. Aunque muchos paisanos le han contestado que lo primero, no han faltado tampoco quienes han apuntado a la falta de papeleras en su barrio o la escasa aparición de los servicios de limpieza por determinadas zonas. “¿Es normal beberse una lata de refresco en el coche y arrojarla por la ventana a una rotonda?”, se ha preguntado Valle en alusión a una práctica fácil y tristemente comprobable. “¿Qué es más lógico, que los padres nos preocupemos por saber qué hacen nuestros hijos, o culpar a la policía porque no vigila las callas, todos los edificios públicos y todo el mobiliario de un pueblo que sufre continuos actos vandálicos?”, ha continuado. Y sin dejar títeres con cabeza, ha apuntado incluso a determinados sectores hosteleros: “¿No es más sencillo que ciertos bares y comercios barran en su terraza la basura que echan sus clientes que dejarla en la puerta hasta el día siguiente y esperar que la retiren los operarios municipales?”.

La caca del perrito

La reflexión del alcalde ha llegado, cómo no, a la extendida práctica de tantos dueños de perros de pasear mientras el animal hace sus necesidades donde le plazca. “¿Quién es el responsable de no recoger las heces de su perro en la vía pública? ¿La policía por no multar? ¿El alcalde? ¿No es responsable el dueño que no la recoge?”, se ha preguntado Valle, invalidando de alguna forma los ya descoloridos carteles que proliferan por el pueblo en los que el Ayuntamiento amenaza con multas de 300 euros a quienes sean sorprendidos mientras su mascota hace sus necesidades y se hagan los despistados. Muchos parques del pueblo, en este sentido, son literalmente servicios de mascotas, con lo que a los más pequeños ni se les ocurre en tales casos jugar en tales parques. Muchos vecinos, en sus respuestas, han apuntado precisamente a la falta de mano dura con quienes actúan de este modo. De hecho, la única multa que se registró en el Ayuntamiento por este motivo, hace un par de años, se aireó como una sanción realmente sorprendente.

Cuando aparcamos en la acera o en un paso de peatones, o en doble fila, obstaculizando el tráfico porque solo será un momentito, ¿quién es el responsable de nuestra infracción, la policía porque no multa?”, se ha preguntado el alcalde en su particular sermón de las redes, en clara referencia a la costumbre de utilizar uno de los dos carriles de la Avenida de Utrera simplemente para aparcar -con lo que tal hábito conlleva ahora que se ha liberado la A-4 y tal avenida asume mucho más tráfico- o la costumbre de los padres de saturar los alrededores de los colegios con sus vehículos a la hora de llevar o recoger a los escolares.

Las preguntas retóricas del regidor palaciego han sido más extensas y variadas, pero se han encontrado asimismo con el ataque del grupo municipal del PP, que ha vuelto a esgrimir la falta de agentes policiales en un pueblo de 38.300 habitantes -el sexto de la provincia- que, según las recomendaciones de la Federación Española de Municipios y Provincias e incluso de la Unión Europea debería tener más de 70 agentes y solo cuenta con 31, si bien el Ayuntamiento acaba de convocar cuatro nuevas plazas y promete convocar más a lo largo de este año.

“¿De verdad creéis que, por mucha policía, por muchos barrenderos y operarios que tenga un Ayuntamiento, podemos mantener lo público en condiciones si no ponemos de nuestra parte, aunque sólo sea lo mínimo que se despacha en ciudadanía?”, ha concluido Valle.