El alcalde de Pedrera se niega a dimitir pese a la oleada de críticas

Jiménez Barrios pide su renuncia tras el vídeo en el que Nogales decía querer ver «gente fusilada»

11 ene 2018 / 22:44 h - Actualizado: 12 ene 2018 / 17:03 h.
"Sucesos","Manuel Jiménez Barrios"
  • Un coche de la Policía Local se encuentra aparcado a las puertas del Ayuntamiento de Pedrera. / F.C.
    Un coche de la Policía Local se encuentra aparcado a las puertas del Ayuntamiento de Pedrera. / F.C.

El alcalde de Pedrera, Antonio Nogales, vivió la que podría ser la jornada más intensa desde que llegó al cargo, y ya son diez años. En ese tiempo, siempre con mayoría absoluta, no ha tenido que enfrentarse a la amalgama de críticas que ha recibido desde que a última hora del miércoles era difundido un vídeo en el que espetaba a los vecinos que reclamaban actuaciones ante la comunidad rumana que, él mismo quisiera ver «gente fusilada».

Tal fue el revuelo, que el regidor convocó a los periodistas en la Diputación de Sevilla, donde aseguró, de forma tajante, que no dimitirá de su cargo. Reaccionaba así a la petición –fue la primera– de la secretaria general del PSOE de Sevilla, Verónica Pérez, quien exigió su «dimisión inmediata». La polémica frase de Nogales está grabada en plena calle, ante el Ayuntamiento, al lado de la Policía Local, donde el espeta hasta en tres ocasiones que a él le gustaría «ver gente fusilada», tras destacar que «al que se salta la ley, se le aplica la ley y los jueces».

Que el vídeo está editado y que fue grabado el pasado domingo y publicado de forma intencionada tres días después son los argumentos del alcalde para desmontar su contenido. Nogales asegura que la petición tanto de Pérez como de varios dirigentes políticos «me refuerza para seguir trabajando», sosteniendo que fueron palabras «en un tono irónico», además de amenazar con el que «pondré nombres y apellidos a los que han generado este caldo de cultivo».

Nogales señala directamente al PSOE local «no a ciudadanos normales» a la hora de buscar un culpable de los disturbios en su pueblo, sosteniendo que hace un mes que ya se quería organizar una manifestación contra la comunidad rumana, indicando que, más grave que los propios incidentes, «es el goteo constante de bulos y falsedades que han llevado a esto». Así, subraya que «estoy reforzado para conseguir que gente de esta calaña no gobierne nunca».

Unos argumentos rechazados de pleno por el PSOE de Pedrera. Desde este partido se insta al alcalde a «solucionar un problema que no ha sabido nunca afrontar», además de «lo que está haciendo es pasar a la oposición un problema que es suyo, para desviar la atención».

Volviendo a la rueda de prensa de Nogales, estuvo acompañado por el coordinador provincial de Izquierda Unida, Manuel Lay, que le garantizó el respaldo de la dirección de la dirección de su partido, y calificó de «estupideces que se dicen para trolear la vida política» las palabras de Verónica Pérez.

Hasta aquí, los apoyos, porque las críticas al alcalde le han llovido desde todos los frentes. Entre ellas, el vicepresidente de la Junta, Manuel Jiménez Barrios, que entendió que el coordinador general de IU, Antonio Maíllo, está «tardando mucho tiempo en salir» a exigir la dimisión al alcalde de Pedrera, porque «el hecho de que diga delante de sus vecinos que le gustaría ver a gente fusilada» no sólo es desafortunado, sino que es algo «inadmisible». Más global fue la consejera de Igualdad y Políticas Sociales, María José Sánchez Rubio, que llamó «a la calma y la sensatez» y a no «estigmatizar a comunidades enteras por lo que haya podido hacer una persona».

La secretaria general del PP-A, Dolores López, tiró de hemeroteca para alentar que estas palabras «son más comunes de lo que desgraciadamente deberían serlo», ya que recordó que el actual presidente de la cámara autonómica «dijo que lo único que hacía la derecha o que quería hacer la derecha era fusilar y a ser posible en las cunetas». El portavoz provincial de Ciudadanos en Sevilla, Javier Millán, pidió a la coalición de izquierdas que «dirima responsabilidades» política, asegurando que son palabras «que no tienen cabida en un representante público».

En medio de las críticas políticas, la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (Apdha) condenó las «agresiones racistas contra rumanos» y expresó su preocupación por el «movimiento xenófobo desencadenado tras un altercado que no debía de haber pasado de ser un conflicto más entre particulares».

CALMA EN LA ANTESALA EN LA JUNTA DE SEGURIDAD

Los vecinos intentan volver a la tranquilidad tras unos días convulsos en Pedrera, confiados en el resultado que se obtenga del diálogo que se ha planteado para este viernes, cuando se reúna la Junta Local de Seguridad, con la presencia de representantes de todas las administraciones que tienen algo que decir a la hora de hablar de la protección de los vecinos ante brotes de delincuencia.

Sobre la mesa hay una petición vecinal que es similar a la que tiene el Ayuntamiento: un aumento del número de policías que, día a día, se puede ver en las calles. Con más de 5.000 habitantes, tan sólo dos agentes de Policía están en plantilla, aunque el año pasado el Ayuntamiento consiguió un permiso especial del Gobierno para «saltarse» el techo de gasto y contratar a dos agentes más.

El resto de la cobertura de seguridad depende de los cuarteles de la Guardia Civil de Osuna o La Roda de Andalucía. Pedrera sigue siendo, a día de hoy, uno de los pueblos de España en los que no hay cobertura de la Guardia Civil en su día a día. Por ahí van a ir, en parte, las peticiones municipales en la Junta Local de Seguridad de hoy, conscientes de que la presencia pasiva de agentes de la Guardia Civil ha contribuido a disuadir a los posibles alborotadores de salir con intenciones delictivas.

Los patrulleros circulan de forma continua, y dan a los vecinos sensación de seguridad. Con todo, en el pueblo todos saben que se trata de una medida provisional, por lo que, a través del alcalde, van a reclamar que, al menos, haya presencia continua de la Guardia Civil, y no sólo cuando se produzcan problemas