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Rafael de la Fe sostiene la tablet con la que interacciona en Facebook desde El Rubio. / M. R.
El alcalde socialista de El Rubio, Rafael de la Fe, era hasta el mes de enero el regidor más joven de la provincia de Sevilla. Perdió ese título oficioso al tomar posesión Rodrigo Rodríguez Hans, alcalde de Cañada Rosal, también del PSOE y cuatro años menor que su homólogo rubeño. Pero De la Fe también es conocido por su presencia en las redes sociales, lo que le ha valido ser conocido entre sus compañeros como el alcalde de Facebook. Y ese título es más difícil que se lo quiten.
Y es que, como buen millennial, el joven alcalde de El Rubio se mueve a gusto en las redes sociales. Este ingeniero técnico industrial, que ha dado clases particulares a muchos estudiantes de su pueblo, conocido por ser el nieto de El Torero, usa las redes en lo institucional con la misma soltura con que lo hace de manera personal.
«Hice la comunión y creo que ya estaba en las redes sociales, soy asiduo desde que Steve Jobs y Mark Zuckerberg eran mocitos», dice con sorna. Es usuario de Facebook y de Twitter desde el año 2011 y tiene también perfil en Instagram, si bien esta última la usa más para dar rienda suelta a su gran afición, el atletismo de fuerza o strongman. En las otras dos comparte su día a día desde que era concejal raso (formó parte de la corporación antes de ser cabeza de lista del PSOE) y no ha dejado de hacerlo al llegar al sillón de la alcaldía.
De la Fe vive con naturalidad su actividad en las redes. Tiene casi 1.600 amigos en Facebook y cerca de 2.000 personas le siguen en Twitter, donde se define como un intento de «buen alcalde, buen hijo, buen hermano y buen amigo», y expone que su pueblo, El Rubio, es su «pasión».
Ha convertido el apelativo de alcalde de Facebook, inicialmente usado como broma y cierta retranca por alguno de sus correligionarios, en casi un lema que ejemplifica su forma de entender la política como un servicio público en el que debe primar la cercanía. El alcalde rubeño confiesa sentirse orgulloso de sus vecinos y parece encantado de poder tener una herramienta más con la que interactuar con ellos.
«Poco a poco la gente va conociendo mi vida, me va conociendo en las redes, me lo dicen por la calle», señala, pero deja muy claro que la relación que pueda entablar con sus convecinos en Facebook y en Twitter no sustituye a la que día a día tiene recibiendo gente en su despacho o atendiendo todas las consultas, demandas, preguntas y quejas que le quieran hacer cuando lo paran por la calle.
Un punto de inflexión en su cotidiano uso de las redes sociales fue el anuncio en Facebook de su candidatura a la alcaldía. «Fue muy curioso, un bombazo, porque la gente daba por hecho que repetiría como número uno Ramona Ramos, que era alcaldesa entonces, pero ella dijo que no y me tocaba dar el paso a mí, que era el siguiente en la lista», recuerda el hoy alcalde, que aclara que quiso anunciarlo en su perfil de la red social «para que la gente no se enterara por la radio», que ya lo había llamado para anunciar su candidatura, y a la que el entonces concejal acudió «muerto de miedo y tan nervioso que agarré un micrófono con tanta fuerza que terminé arrancándolo», se ríe.
De la Fe sabe que se juega parte de su imagen al prodigarse en las redes. Pero también que consigue que sus acciones y sus palabras tengan un alcance que hace muy poco tiempo era inimaginable para un político de un pueblo de menos de 4.000 habitantes. «Estoy en Facebook y me ve un tipo de la otra parte del mundo», sintetiza, «no estoy solamente en El Rubio o en internet: estoy en todas partes», sostiene.
Ese poder de comunicar y compartir cosas con gente de todas partes le ha movido a la hora de trasladar a las redes sociales y a internet el contacto directo que asegura que le gusta mantener con sus vecinos y sus vecinas.
Por eso, De la Fe ha invertido tiempo y políticas en difundir no solo su actividad diaria como alcalde y sus impresiones desde el Ayuntamiento, sino también y sobre todo la actualidad de su pueblo, las tradiciones y actividades que se llevan a cabo en este municipio de la Sierra Sur sevillana.
Quiere, en definitiva, dar a conocer El Rubio, pero siempre con la cercanía y sencillez como premisas. En la página de Facebook del Ayuntamiento rubeño, De la Fe cuelga con regularidad entrevistas sobre cuestiones de actualidad del consistorio y un breve espacio en el que charla con vecinos mientras toma un café en alguno de los bares de su pueblo, sin guiones ni preguntas preestablecidas, y en las que pide a quienes participan «que me critiquen y me digan todo lo que opinan que estoy haciendo mal».
La sobreexposición mediática no parece preocupar al joven alcalde del Facebook. «Me importa mi vida privada, como a todo el mundo, pero a veces la línea es tan fina...», reflexiona. «Muchas veces tu vida y tus relaciones con la gente que te rodea son públicas, y eso cualquier persona no lo lleva bien», reconoce, «aunque no me preocupa; soy el alcalde, pero en mi pueblo todo el mundo me conocía antes de serlo, y conoce a mi familia, así que sólo me preocuparía si le preocupa a la gente que me rodea, a mis amigos, a mi familia».
«Sé dónde me meto y basta con estar concienciado de que esto es así y de que nunca va a llover a gusto de todos, pero a mí no me preocupa nada más que mi entorno», concluye.