El arte de un vecino da la bienvenida en Coripe

Ceferino Álvarez ha querido realizar un legado en forma de carteles artísticos colocados a la entrada de este municipio

08 may 2018 / 08:30 h - Actualizado: 07 may 2018 / 23:03 h.
  • Un cartel de «bienvenidos» luce desde hace unos días a la entrada del municipio. / Fotos: F.C.
    Un cartel de «bienvenidos» luce desde hace unos días a la entrada del municipio. / Fotos: F.C.
  • La estatua ubicada en el parque del Monago.
    La estatua ubicada en el parque del Monago.
  • El nombre del pueblo, en grande, en una de las rotondas.
    El nombre del pueblo, en grande, en una de las rotondas.

Las entradas principales de Coripe lucen desde hace algunos días un aspecto distinto, gracias a la iniciativa de un vecino de la localidad, que en su día se ofreció a realizar, de forma gratuita, unos carteles que le den un aire nuevo al pueblo desde su acceso.

Los carteles, así como una obra de arte contemporánea que se ha ubicado en un parque, son de Ceferino Álvarez, un coripeño que ha vivido buena parte de su vida laboral en Cataluña, y que regresó a su pueblo hace varios años, y ha hecho que el visitante no vea sólo el cartel tradicional de tráfico en la carretera de llegada o salida, sino una obra moderna y llamativa.

En total, son tres los carteles que se han colocado en las entradas a la localidad. Dos de ellos anuncian el nombre de Coripe a los que llegan al pueblo, y el tercero les da directamente la bienvenida. Están situados en la llegada desde la carretera de Ronda, y en la rotonda que une las carreteras de Morón de la Frontera y Montellano. Cincuenta metros hacia adelante está el tercero, el que da la bienvenida a los visitantes.

Álvarez se define a sí mismo como «una persona inquieta y un maniático del arte», aunque afirma que, durante el tiempo que ha desarrollado su carrera profesional en la metalurgia, «no he tenido tiempo para desarrollar como me habría gustado cosas como esta», de modo que ahora, ya estabilizado en su pueblo, ha podido sacar adelante su pasión, «que consiste, básicamente, en dejar algún día un legado en forma de obras de arte a mis vecinos».

Para ello, en su casa de Coripe se ha hecho con un pequeño taller, «y cuando la agonía del trabajo y de la hipoteca dejaron de agobiarme, me pude centrar en cosas como estas», además de que tiene también inquietudes con la pintura, desarrollando, así, varias facetas del arte.

La historia de los carteles que ahora adornan las entradas de Coripe arranca «entre otras cosas, porque no entendía cómo era posible que en las rotondas del pueblo no hubiese nada bonito que lo identificase, como pasa en otras localidades, así que hice un diseño y se lo presenté al Ayuntamiento, y al alcalde le gustó bastante. Cuando pasó por la comisión de gobierno local, me dijo que comenzase a hacerlo».

Así las cosas, Ceferino cogió los materiales con los que sacó adelante la obra, esencialmente acero y cemento cola, y se puso a trabajar. Pocos días después los carteles ya estaban en su ubicación actual, donde pueden verlo tanto los vecinos como los visitantes de Coripe, terminando con el hecho de que «pasaba todos los días por la rotonda, y no podía entender que no tuviese nada bonito que la adornase, que le diese un aire nuevo, y ahora lo tiene».

Su trabajo, además, se completa con una estatua de estilo contemporáneo que preside una de las zonas del parque del Monago, donde es vista cada día por decenas de personas, muchas más cuando se celebre la romería de Nuestra Señora de Fátima en los próximos días.

«Quiero dejar un legado a mi pueblo, y espero poder hacerlo», explica el artista, satisfecho de ver como cada día sus vecinos pasan ante sus carteles, que ahora le dan una vista nueva a la localidad, gracias a la labor de un vecino que no ha cobrado nada a sus vecinos por las obras de arte que han salido de sus manos.