Un ladrón que responde a las iniciales de E.E.C. fue sorprendido, en plena madrugada de este pasado domingo, con las manos en la masa mientras intentaba perpetrar un robo en un bazar de la zona del Barrio Nuevo de Lebrija. Solamente lo vio un agente que estaba sentado en la Jefatura a aquella hora, pero a través del sistema de videocámaras que el Ayuntamiento tiene instalado en los principales nudos de comunicación del municipio. Bastó que el policía de la Jefatura notase algo sospechoso en los movimientos de aquel individuo por la calle Tetuán, a horas intempestivas, para que llamara sus compañeros patrulleros. Estos lograron llegar a tiempo para sorprender al ladrón escondido en el interior del establecimiento, adonde había accedido forzando la entrada con el soporte de una papelera que había arrancado de cuajo previamente. El ciclomotor en el que iba, que usaba de noche para cometer los robos por distintos lugares del municipio, también era robado, y por eso le había quitado la matrícula e incluso le había limado el número de bastidor. El autor tiene, de hecho, multitud de antecedentes por delitos contra el patrimonio, y ahora se enfrenta a penas de prisión de uno a tres años por cada uno de los robos.
El suceso ha sido celebrado en el Ayuntamiento de Lebrija como uno de los frutos evidentes tras la instalación de estas cámaras tan solo unas semanas después de que el Ayuntamiento de Los Palacios y Villafranca instalara las suyas no solo en pleno centro, en la intersección que en este municipio se conoce como Los Cuatro Vientos, sino también en puntos estratégicos del centro urbano. “Vamos a tener controlados desde la Jefatura de la Policía Local los principales accesos y salidas en diferentes zonas de nuestro pueblo”, ha anunciado el alcalde palaciego, Juan Manuel Valle, contentando así a una fuerte demanda de los comerciantes desde hace años. Precisamente hace casi tres años, en abril de 2018, el lugar donde se han instalado estas primeras cámaras de vigilancia, la céntrica cafetería Miratta, fue el escenario del sonado intento de secuestro de una de las camareras del establecimiento por parte de cuatro franceses que se marcharon sin pagar y cuando se vieron conminados por la chica para que lo hicieran la arrastraron del pelo hasta varias calles más allá y hasta intentaron subirla a una furgoneta. Las primeras imágenes donde se veían a los cuatro sujetos (dos hombres y dos mujeres) fueron captadas entonces por la cámara privada del propio establecimiento. Ahora, con las nuevas cámaras cuyas imágenes se reciben en la Jefatura, se vigilan las tres principales avenidas de la localidad.
En Las Cabezas de San Juan, por su parte, quieren instalar este sistema de videvigilancia en los próximos meses. “Antes de fin de año como mucho”, han informado en el Ayuntamiento a este periódico, “y no solo en el centro, sino por todas las avenidas, las entradas y salidas y varios lugares estratégicos”.