El gesto de un taxista sevillano que arregló el día a una pareja de Marchena

El conductor se dio cuenta de que se habían dejado en el coche los papeles de una cita médica, y no dudó en dejar de trabajar para volver al hospital

08 abr 2021 / 10:34 h - Actualizado: 08 abr 2021 / 10:35 h.
"Taxi"
  • El gesto de un taxista sevillano que arregló el día a una pareja de Marchena

Sevilla, 11.00 de la mañana del miércoles 7 de abril. Una pareja vecina de Marchena, formado por Manuel y Marisol se baja de un taxi en la puerta de la clínica Santa Isabel de Sevilla, donde tiene una cita médica.

Como cualquier persona que va a ver a su médico, llevan los papeles propios de citas anteriores, análisis, y todo lo que les hace falta para que el desplazamiento a la clínica sea lo más productivo posible. Sin embargo, todo lo previsto cambia cuando, al entrar en la clínica se dan cuenta de que se han dejado en el taxi los papeles imprescindibles para que el médico les atienda. Milagrosamente, dos horas después tenían los papeles en las manos otra vez.

La historia la ha contado Manuel en su perfil de Facebook, donde narra que sobre las once de la mañana cogieron un taxi en la Plaza del Duque, e indicaron al taxista que les llevara a la clínica Santa Isabel.

“Entre pagar, y recoger el cambio, una cosa por la otra, el taxi se nos fue. Nos dimos cuenta enseguida, pero el taxista no se enteró de nuestras voces” y se fue con los papeles del médico en busca de otros clientes.

Primeras gestiones

En ese momento, la pareja llamó a Radio Taxi, a Objetos Perdidos... “Todos eran muy amables, pero era muy pronto”. El taxista seguía circulando por las calles de Sevilla, y si se había dado cuenta del fallo, aún no había vuelto a su base para dejar los papeles y que la pareja los recogiese. Pero los milagros, a veces, existen.

A la una de la tarde, Manuel y Marisol llevaban dos horas sin resultado positivo en la búsqueda. Estaban en la puerta de la clínica pensando que los milagros a veces se cumplen, y así fue. Por la Avenida Luis Montoto de Sevilla, pasan cada día cientos de taxis, se podría decir que miles, pero Manuel y Marisol vieron llegar a uno que les sonaba, y tanto que les sonaba. Era el del taxista que les había llevado al médico dos horas antes, que les entregó los papeles. Nada más darse cuenta de que tenía en su coche ese tesoro de sus clientes, decidió dejar de trabajar, cruzar la ciudad y volver a donde los había dejado. “Puede ser un milagro haber dado con unas buenas gentes, que aún las hay. Gracias, señor, por su buen hacer. Un abrazo”, termina la carta en Facebook de Manuel.

Manuel, un embajador de su pueblo

En realidad, en este caso se podría hablar de milagro, pero también de karma. Manuel ha hecho de su vida una pelea por la solidaridad, y posiblemente la vida le haya querido devolver una pizca de todo lo que hace por los demás.

Cada Navidad, ataviado con su traje de Cartero Real, acude a las residencias de ancianos y regala un detalle a cada residente. Fue cartero real de la cabalgata y antes Rey Mago. Y en la plaza del Ayuntamiento, sentado en un trono real, acude a su cita de darles regalos (donados por él) y chucherías para dar ilusión a los niños y niñas.

Y todo, en base a querer pelear por dar un poco por hacer sonreír a los vecinos. La vida, ahora, ha querido devolverle parte de esas sonrisas, aunque sea en forma de papeles de médico y un taxista que ha demostrado que las buenas personas siempre están por encima de las malas, aunque las malas hagan más ruido.