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El alcalde de El Rubio, en el centro, delante del edificio cuyo uso será reconvertido. / M.R.
El Ayuntamiento de El Rubio va a terminar la residencia de ancianos de la localidad convirtiéndola en una residencia para personas con discapacidad. A estas obras va a destinar los 625.000 euros que ha aprobado solicitar con cargo a los Fondos Extraordinarios de Anticipos Reintegrables (FEAR) de la Diputación de Sevilla.
El objetivo de esta iniciativa es múltiple. De entrada, se desbloquea la construcción del edificio, pensado hace más de diez años como un geriátrico, en la plaza de la Constitución del municipio rubeño; por otro lado, se inicia en El Rubio la construcción de un servicio para personas con discapacidad intelectual que va a ser único en la zona de trabajo social a la que pertenece este municipio, entre la Sierra Sur y La Campiña sevillanas.
Son diez municipios y alrededor de 50.000 habitantes, según el alcalde de El Rubio, Rafael de la Fe (PSOE), que señala también que en localidades de esa zona de influencia hay residencias de personas mayores que sufren los problemas de la inviabilidad de este tipo de servicios, «desde problemas para cubrir las plazas, listas de espera para cubrirlas, a proyectos que se encuentran en distintas fases de ejecución».
Ese era el caso del geriátrico de El Rubio. Las obras llevan prácticamente siete años paradas después de que en su construcción se invirtiera un millón y medio de euros «hasta 2010», según De la Fe. «Y, desde 2010, ha sufrido el deterioro e incluso vandalismo», añade el regidor. «Hemos tomado esta decisión para desmarcarnos de esos problemas y solucionar el bloqueo de nuestra residencia», dice el alcalde. Y aquí llegaría un tercer motivo para aprobar que los 625.000 euros solicitados con cargo al FEAR se destinen íntegramente a esta reconversión del geriátrico a medio terminar –«está al 80 por ciento», calcula el alcalde rubeño– en la única residencia para personas con discapacidad de la Sierra Sur: el empleo. No sólo el que se generaría con su construcción, sino también y sobre todo el que se crearía una vez entre en funcionamiento. De la Fe calcula que se crearían un mínimo de veinte empleos, ya que la idea es que la residencia cuente con veinte plazas y la ratio de cuidadores por paciente es más elevada en un servicio de este tipo que en el de una residencia para personas mayores.
«Con las mismas plazas, tendremos más cuidadores, porque la ratio es de 0,8 por paciente, mientras que en una residencia de ancianos es de 0,5», señala el alcalde rubeño, que calcula que se pueden crear «unos 20 o 25 puestos de trabajo de los que la mayoría van a ser cuidadores, porque somos conscientes de la demanda de empleo que tenemos en El Rubio».
De la Fe maneja un plazo aproximado de nueve meses para llevar a cabo las obras, que todavía estudia si ejecutará directamente el ayuntamiento o saldrán a licitación. En todo caso, su idea es que las obras arranquen «en los próximos meses», una vez recibido el dinero para su ejecución, y que el nuevo servicio esté abierto a lo largo de 2018. «Es una medida necesaria que permitirá acabar ya nuestra residencia; dar un servicio 24 horas al día y 365 días al año a personas con discapacidad intelectual, física, parálisis cerebral, autismo o alteraciones graves de conducta y generar empleo en nuestro municipio».