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El PSOE repartió folletos en el mercadillo de Sanlúcar la Mayor. Detrás, la carpa de Ciudadanos. / Fotos: Pons -
La candidata de C’s, Virginia M. Salmerón.
«¡A tres euros los cinco kilos de naranja, a tres euros!». El mercadillo de Sanlúcar la Mayor estaba de oferta y no precisamente por la que pregonaban a viva voz los placeros. El mercadillo de los sábados es, en este puente de diciembre, mercadillo de votantes para los candidatos al 20-D. Más aún en el Aljarafe, una comarca cuyos electores se antojan decisivos para inclinar el número de diputados por Sevilla hacia PSOE, PP o Ciudadanos. Los primeros llevan unos años de buenas cosechas electorales. Los últimos sembraron en los comicios municipales y aguardaban a esta cita estatal para recoger sus primeros frutos.
El primero en tratar de exprimir su jugo fue Ciudadanos. Sí, porque el Punto de Información Ciudadana –así lo denominan– no estaba de camuflaje. Era una oda a lo naranja: folletos, carpa y hasta globos naranjas con los que cautivaban a los más pequeños. «¿Me puedo llevar dos, que es que después mi otro hijo se enfada?», le preguntaba una vecina. Y, mientras, un grupo de militantes hacían de cuadrilla para soplar –eran globos inflado a pleno pulmón, cuya primera remesa se agotó en una hora–. Hasta hubo tarta casera que se repartieron en unas servilletas... naranjas.
La candidata de Ciudadanos por Sevilla, Virginia M. Salmerón, no faltó a la cita, sabedora de que el Aljarafe puede ser su feudo. «Siempre han respondido», señala la joven abogada y la voz de Albert Rivera en Sevilla. De hecho, ya hubo un anticipo en Espartinas, donde gobierna, pero también en Salteras o Villanueva del Ariscal, cuyos concejales estaban involucrados en el reparto.
«Nos presentamos a las elecciones», repetían sin parar mientras daban el folleto con la cara de Rivera. Una de las receptoras no ocultó sus deseos. «Hombre, ya es hora de un presidente que me alegre la vista», decía sin rubor, pero sin concreción. Porque Albert tenía el sábado competencia en el mercadillo sanluqueño: Pedro Sánchez y la maquinaria del PSOE de Sevilla, que desembarcó primero con un coche con la cara de su líder, el lema Somos equipo y la megafonía a toda pastilla. El equipo llegó minutos después, con sus bolsas rojas y con rostros identificables. No tanto por los candidatos a Congreso y Senado (Amalia Rodríguez y Casimiro Gavira), sino por el alcalde de Sanlúcar, el socialista Raúl Castilla, y su equipo. Sinónimo de, al menos, pararse un minuto a charlar con el regidor sanluqueño.
El PP también de compras
El envite cordial –hubo saludo entre rivales– de Sanlúcar la Mayor se repetirá en una comarca que llegará al 20-D saturada de tanto político. El Aljarafe fue el campo de batalla más ajustado en 2011 –un PP en horas altas y un PSOE cuesta abajo por la crisis–, con casi un empate técnico. Ahora, la incorporación de Podemos y, sobre todo, C’s, añade más pimienta y, por lo tanto, más incertidumbre. De ahí que se multipliquen los actos electorales.
El PP es de los que se agarran con fuerza a esta comarca. No en vano, su precampaña se movió entre el Aljarafe y Campiña. El cabeza de cartel al Congreso, Juan Ignacio Zoido, decidió asomarse a Tomares, territorio popular por excelencia –su alcalde, José Luis Sanz, enlaza tres victorias seguidas–. Se dio un paseo por las calles tomareñas, en las que reivindicó la reforma fiscal de Rajoy y prometio una bajada de impuestos que «está en el ADN» del PP. Y, como colofón, Zoido terminó, como sus rivales, con una oportuna visita a un mercadillo.