El pan ha hecho que Alcalá sea la que es en la actualidad, y así lo trabajan dese la Asociación de Panaderos de Alcalá de Guadaíra ‘Pan de Alcalá’, en la que ya se integran hasta 13 hornos que durante el año realizan actividades en torno al producto estrella de la comarca.
Su objetivo principal es poner en valor este producto, que es una de las señas de identidad del municipio, y defender los intereses generales del sector panadero en la promoción del ‘Pan de Alcalá’, distinguido con el sello de ‘Marca Colectiva’ que certifica su elaboración artesanal y con fundamento alcalareño.
Eulogio González, presidente de la asociación, comenta que “esta marca preservará nuestra elaboración tradicional, consiguiendo así que no se pierda su proceso artesanal. No obstante, seguiremos trabajando para que ‘Pan de Alcalá’ siga siendo un referente en la provincia”.
Formar para preservar
Llevar la elaboración a las aulas de todos los centros educativos de la localidad es una de las actividades más gratificantes que llevan a cabo. “Enseñar la historia de nuestro pueblo a través del pan y de su elaboración es algo que les encanta y les divierte. De momento esta actividad solo se realiza con los alumnos de tercero, pero se lleva a todos los colegios”.
Unos retos que se van incrementando y que consiguieron que, después de años de demanda junto con la Federación de Industriales y Comerciantes de Alcalá (FICA) y productores de Tortas de Alcalá, la Consejería de Educación aceptase la petición de una FP Dual de Panadería y Confitería en la localidad, que se lleva impartiendo desde el ciclo 2019-2020.
“Contar con esta formación en el municipio fortalece la cualificación que necesitan los alumnos y futuros trabajadores y productores de nuestro pan, y afianza y consolida la continuidad de nuestro sello de calidad”, puntualiza Eulogio González.
Amasando la historia
La localidad de Alcalá de Guadaíra ha sabido mantener viva su historia vinculada a la elaboración del pan, de tal manera que recibe popularmente el nombre de “Alcalá de los Panaderos”, un oficio que, con el paso del tiempo, no solo se ha mantenido, sino que se ha convertido, incluso, en reclamo turístico.
Los numerosos molinos con los que cuenta el municipio en las riberas del río Guadaíra y en la zona periurbana delatan una época muy ligada a la agricultura, que sería uno de los motores económicos del lugar, favoreciendo así el crecimiento demográfico. Algunos de ellos, rehabilitados y totalmente visitables.
Así mismo, tanta ha sido la importancia y relevancia tomada por los panaderos de Alcalá que, ya a mediados del siglo XIX, el Ayuntamiento de Sevilla lo ofrecía como alimento a los damnificados por los desbordamientos del río Guadalquivir.
Una historia y un arraigo que los alcalareños llevan con mucho orgullo, como dijera Roberto Leal en su discurso al recibir el título de hijo predilecto de la provincia de Sevilla “¡Qué orgullo ser de pueblo! ¡qué orgullo ser de Alcalá de los Panaderos! ¡qué orgullo ser de Alcalá de Guadaíra!”.