El Ayuntamiento de Marchena ha organizado una Jornada Municipal de patrimonio que servirá para conocer diversas actuaciones desde distintos ópticas, para lo que profesionales de varias materias se encontrarán en el municipio el próximo 17 de septiembre.
La cita contará con ponentes especialistas en la materia de gran trayectoria profesional que acercarán al público en general aspectos concretos de la recuperación del recinto amurallado y el Palacio Ducal, como ha detallado en la presentación la alcaldesa del municipio, María del Mar Romero.
En este encuentro intervendrán los arquitectos Mari Luz Baco Castro y Antonio Perea López, los arqueólogos Álvaro Fernández Flores y Fernando Amores Carredano, el arquitecto técnico José Bellido Aguilera, el Doctor Arquitecto Pablo Millán Millán y el Ingeniero técnico en topografía Alberto Martínez Rubio, todos vinculados a trabajos que se están desarrollando ahora en el municipio relacionados con la recuperación del patrimonio.
Inscripciones
Las personas que quieran participar se pondrán inscribir en el correo electrónico jornadapatrimonio@marchena.org, donde se pueden realizar las inscripciones previas para acudir a este encuentro.
Aquellas personas que lo deseen pueden contar con certificado de asistencia y en el que hay que controlar el aforo como una de las medidas de seguridad a cumplir frente al covid.
Este encuentro se organiza con objeto de dar a conocer las actuaciones en recuperación del patrimonio histórico sobre las que se trabaja actualmente, pero no hay intención de que continúen en futuras ediciones y no sustituirán otras jornadas de este tipo que se organizan desde otros colectivos.
Parte del patrimonio
El recinto de la Alcazaba (muralla y antemuro), junto con el recinto amurallado que albergaba a la antigua ciudad, es por su datación la construcción más antigua de la cerca marchenera (primer cuarto del siglo XIII). La ciudadela o fortaleza, de la que no se conserva absolutamente nada, se ubicaba en el cerro de la Mota, un lugar privilegiado, el más prominente de la localidad, desde donde se controlaba todo el territorio y divisaban poblaciones cercanas.
Otro punto destacable es la Puerta de Carmona, una de las puertas más enigmáticas y menos estudiada del recinto amurallado. Por ella se accedía directamente al recinto, al tiempo que se llegaba al alcázar, conectando la alcazaba con el campo. Estaba flanqueada y defendida por una potente torre poligonal, situada a la derecha, en contra de la práctica vitruviana, lo que nos afianza su carácter islámico. Era conocida como Torre del Oro porque el material con el que estaba construído brillaba con la luz.