Semana Santa 2019 en la provincia

El Señor desciende de la Cruz en la Soledad de Alcalá del Río

La hermandad realizará el Descendimiento en la noche del Viernes Santo, acto que ha mantenido de forma ininterrumpida desde sus orígenes

17 abr 2019 / 23:09 h - Actualizado: 17 abr 2019 / 23:16 h.
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El velo del templo ha quedado rasgado de oscuridad y penumbra. La boveda del presbiterio de Santa María de la Asunción apenas devuelve un tímido rescoldo de la luz que le prestan la cera de los pasos. Presidiendo la parroquia, en el patíbulo de la cruz, pende el cuerpo inerte Jesucristo. A su lado, bajo su portentoso paso de palio, la Madre de la Soledad refulge en sus dolores con toda la candelería encendida, llorando a su mismo compás. El Viernes Santo se agota en sus últimos minutos y la hermandad de la Soledad se dispone a llevar a cabo el centro de su estación de penitencia, el Descendimiento.

El tiempo parecerá detenido en la época medieval. Con formas de auto teatral y modos de drama litúrgico, a través de la imagen devocional del Señor de la Misericordia se llevará a cabo la escenificación mediante la que será descendido de la cruz e introducido en el sepulcro. Una catequesis visual inmune a los cambios estéticos y que se ha venido realizando cada Viernes Santo, completando la narración de la Pasión del Cristo en Alcalá del Río.

El Señor desciende de la Cruz en la Soledad de Alcalá del Río

El acto se realiza con la imagen de Cristo yacente, del siglo XVI y de brazos articulados

El Señor de la Misericordia es una imagen de Cristo yacente de brazos articulados, anónimo aunque datado en las primeras décadas del siglo XVI. Elaborado en pasta de madera, presenta melena de pelo natural. Para este acto se mostrará crucificado y escoltado por los armaos soleanos antes de ser bajado de la cruz. Poco antes de las 12 de la noche los hermanos que representan a los Santos Varones, junto con las Marías – Salomé, Cleofás y Magdalena – y Santa Marta, acudirán a desenclavar al Señor.

El sermón del sacerdote irá glosando este vetusto acto, disponiendo la retirada de la tablilla con el INRI, la corona de espinas y los clavos de manos y pies. El templo permanecerá a media luz y los toques del martillo sobre los clavos amplificarán aún más el silencio, conjunción perfecta de fe y teatralidad. El canto del ‘Stabat Mater’ y de la música de capilla compuesta para este momento añadirán sonidos a tan piadosa escena.

El Señor desciende de la Cruz en la Soledad de Alcalá del Río

Acto de gran plasticidad, el Descendimiento ofrecerá imágenes sobrecogedoras cuando, con sumo cuidado, Cristo abandone el patíbulo, enfajado por blancos sudarios y sostenido por los Santos Varones desde lo alto de las escaleras. Las Santas Mujeres recibirán el cuerpo muerto, que será presentado a la Virgen antes de ser enterrado en la urna de su paso y comenzar el retorno a San Gregorio para completar su salida procesional.

Una tradición que se ha realizado de forma ininterrumpida

El Señor desciende de la Cruz en la Soledad de Alcalá del Río

Es el ancestral acto del Descendimiento una de las tradiciones mejor conservadas de la cofradía alcalareña, que se ha venido realizando de forma ininterrumpida y sin que haya constancia de variación alguna en su forma y su estética desde tiempos pasados. Cada año, en la noche del Viernes Santo, el Señor de la Misericordia es enclavado en la gran cruz que se custodia a los pies de la parroquia para escenificar su descendimiento y su Santo Entierro.

Para ello, la hermandad de la Soledad realizará su estación de penitencia desde su sede canónica, la Capilla de San Gregorio, hasta la parroquia alcalareña. Tres pasos – el alegórico del Triunfo de la Santa Cruz sobre la muerte, la popular Canina, la Urna del Santo Entierro y el paso de palio de Nuestra Señora de los Dolores en su Soledad Coronada – integran un extenso cortejo de nazarenos de túnica y capa negra con vueltas moradas, representaciones de las Santas Mujeres y tramos de hermanas con mantilla en el cortejo de la Virgen. El fin de la estación de penitencia es llegar al templo mayor para descender al Señor de la cruz. Una vez allí, a puerta cerrada y sin público, la imagen es enclavada para poder realizarse la representación.

Se trata de un acto propio de las hermandades de la Soledad que prácticamente ha desparecido

Este acto era una de las señas de identidad de las hermandades de la Soledad fundadas en el antiguo Reino de Sevilla, cuyo origen está en el siglo XVI. Muchas de aquellas corporaciones se han mantenido a lo largo de los siglos – como la Soledad alcalareña -, no corriendo la misma suerte este acto consustancial a las propias corporaciones. En la mayoría de los casos el Descendimiento se perdió con el paso del tiempo, aunque algunas han logrado con gran acierto recuperarlo en fechas más o menos recientes. En total, 9 hermandades a lo largo de la geografía sevillana siguen conservando actualmente este auto de origen medieval.

De todas ellas, el Descendimiento de la Soledad de Alcalá del Río conserva unas características que lo distinguen con respecto a los demás. Es la única corporación soleana que lo ha mantenido ininterrumpidamente a lo largo de su historia. Así mismo, se sigue llevando a cabo en el mismo día para el que fue concebido – el Viernes Santo – y se escenifica con la imagen original y primitiva, a la que además la hermandad rinde culto y procesiona en la estación de penitencia.

Pero, más allá de todas esas características que lo hacen único, será el fervor de los soleanos de Alcalá del Río y la fuerza de la tradición los que volverán a dar sentido a la estación de penitencia soleana. Fieles a sus añejas costumbres y a sus arraigadas formas, pasearán por las calles alcalareñas el Señor de la Misericordia para hacer que descienda de la cruz. Cumplirán así la corporación su fin devocional de dar piadoso entierro a Cristo y propiciar, con la llegada del Domingo, su Resurrección.