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El caballista del centro porta el libro de reglas de la hermandad. -
A la izquierda, un joven viste un sombrero con la cita de la hermandad. A la derecha, dos tamborileros. -
Mañana intensa la de hoy en el almanaque romero de Los Alcores. La hermandad del Rocío de Alcalá de Guadaíra ha salido temprano, tras la misa de romeros, con sus más de 250 peregrinos y las 26 carriolas que completarán el camino hasta la aldea del Rocío. Sin embargo, mayor atención se ha prestado, por lo novedoso, a la vecina localidad de El Viso del Alcor, que este año completará su primera peregrinación como hermandad filial de la Matriz de Almonte. Con el número 121, el cortejo visueño llevará por primera vez su Simpecado ante la Blanca Paloma en este Rocío 2018.
Fundada en el año 2000 y con unos 400 hermanos en la actualidad, la Hermandad de Nuestra Señora del Rocío Estrella de la Mañana, de El Viso del Alcor, llevaba muchos años, como ya comentó antes de la salida su hermano mayor, José Fernando Santos, «luchando, hasta que se ha hecho realidad este sueño de mucha gente y muchos rocieros de El Viso». Hay que recordar que, desde el año de su fundación y hasta 2003, hicieron su peregrinación al amparo de la hermandad de Alcalá de Guadaíra. A partir de 2004, los hermanos visueños han hecho todos los años el camino con su hermandad madrina, la sevillana hermandad de El Salvador, con la que solo el año pasado, unos 350 hermanos completaron su camino para ver a la Virgen del Rocío. Este año será la última vez que la nueva filial vaya de la mano de su madrina pero, ahora sí, por fin, el Simpecado visueño no ha tenido que darse la vuelta cuando sus peregrinos salían de los límites del pueblo y llegará en su nueva carreta a las arenas almonteñas.
La expectación se ha notado desde bien temprano por las calles del municipio. Mucho antes de las nueve de la mañana, hora en la que estaba prevista la misa de romeros en la iglesia parroquial de Santa María del Alcor, hermanos y curiosos han ido llegando hasta las inmediaciones del templo. Decenas de romeras y muchos hombres de corto, todos con sombrero de ala ancha y la cinta identificativa visueña, han ido accediendo por las puertas de la parroquia, que se han llenado para una misa que concluyó poco antes de las diez de la mañana. Enseguida ha llegado el Simpecado a las mismas puertas, donde el crepitar de cohetes ya anunciaba el comienzo del camino.
Escoltado por los varales de la hermandad, los hermanos han portado el Simpecado hacia la calle Santa María del Alcor, donde aguardaba impoluta la nueva carreta. Blanca inmaculada, con seis barrocos pilares y candelabros en plata, sobre cuyos penachos interiores, destacan en oro dos mantras rocieros, uno a cada costado: «Rocío del cielo» y «Reina de la paz». Uno de los priostes se ha encargado de acomodar la reliquia en el mismo centro de la carreta, mientras cientos de vecinos miraban ansiosos y grababan con los móviles. Al mismo tiempo de empezar a bajar el hermano de la carreta han comenzado los vítores: «Viva la Virgen del Rocío», «viva la Madre de Dios», y no dejaron de acordarse de su madrina: «Viva la hermandad de Sevilla» y «viva la hermandad de El Viso».
Así han echado a andar los bueyes del Simpecado visueño, desde Santa María del Alcor buscando la calle Rosario. Una joven hermana ha comentado: «Quien quiera saber lo que se siente en el Rocío que vaya y se ponga ante la Virgen». La comitiva rociera comenzó a alejarse por unas calles engalanadas y exultantes de amigos y vecinos. Pasado el mediodía dejaron atrás el casco urbano llegando a la circunvalación, donde tocaba cambio. Esta misma mañana salen desde El Salvador con su madrina para llevar a su Simpecado, el primer año que llegará al Rocío.