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Fachada de la comandancia de la Guardia Civil de Palma de Mallorca.
La ciudad de Utrera está consternada tras conocerse la muerte este jueves del guardia civil de Tráfico de Utrera Cristóbal Velázquez Mateos, que falleció de muerte súbita, tras estar de guardia y prestar un servicio fuera del acuartelamiento. Su muerte se produjo de madrugada, en las propias dependencias de la Benemérita en Palma de Mallorca, donde estaba destinado desde hace más de dos décadas y donde deja esposa y tres hijos.
La repentina muerte del guardia civil de Tráfico utrerano se produjo el jueves de madrugada en la Comandancia de la Guardia Civil de Palma de Mallorca. El agente estaba de guardia y, tras volver con su compañero de una intervención en la madrugada de este jueves, al llegar a la oficina en la Comandancia avisó que necesitaba descansar un poco y se recostó. Nunca se despertó. Su compañero lo encontró ya sin vida.
Los médicos del 061 que acudieron de urgencia a las dependencias policiales creen que sufrió un infarto.
Cristóbal era un veterano del cuerpo y un agente muy querido, además de un profesional muy valioso. En su trayectoria profesional tras el paso por la Academia de la Guardia Civil tuvo su primer destino en Cáceres. Después, tras pasar por la Escuela de Especialización de la Guardia Civil de Valdemoro, fue a su destino definitivo en Palma de Mallorca
Cristóbal era un profesional muy valioso que pertenecía actualmente a la asociación profesional AUGC.
En su Utrera natal, donde reside su familia, también era muy querido y conservaba muchas amistades. Solía venir a Utrera a menudo, al menos unas tres veces al año, para pasar unos días en compañía de su familia y sus muchos amigos que ahora lloran el trágico suceso.