Final feliz de la peregrinación a Santiago de los vecinos de Tomares

Bajo la lluvia, pero sin perder el ritmo ni las ganas, han culminado los 135 kilómetros que componen la última etapa del llamado Camino Francés

11 ago 2019 / 14:41 h - Actualizado: 11 ago 2019 / 14:43 h.
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Ha costado, porque las condiciones climáticas no siempre han sido las más favorables, pero los vecinos de Tomares que durante los últimos seis días han marchado rumbo a Santiago de Compostela para encontrarse con el Apóstol, han culminado ya su sueño al completar, en torno a las dos de la tarde, los 135 kilómetros que componen la última etapa del llamado Camino Francés.

Se trata de una vía jalonada de manifestaciones de fe, de hospitalidad, de arte y de cultura, que revela al viajero las raíces espirituales del viejo continente.

Se trata de una parte de este camino, uno de los más recorridos por los peregrinos, que comienza en Saint Jean Pied de Port, aunque también se puede entender que comienza en Roncesvalles (pequeño pueblo del Pirineo navarro).

Es el Camino más conocido y concurrido de todos los caminos de Santiago, con una gran diferencia en el número de peregrinos (más del 85 % del total) respecto a los otros.

Varias zonas de origen

Debe su origen a tres de las cuatro principales vías históricas de peregrinación que provienen del interior de Europa, las cuales confluyen en la pequeña villa de Ostabat, a pocos kilómetros de Saint Jean Pied de Port.

Los peregrinos de Tomares han culminado con éxito la última parte del también conocido como “Camino de las Estrellas”, y han podido cumplir con la tradición de visitar la cripta en la que descansan los restos del apóstol Santiago y ascender al camarín para abrazar su imagen, culminando con alegría este catártico viaje de devoción y de autoconocimiento en el que han podido disfrutar, además, de las bellezas paisajísticas que atesora Galicia.

Los devotos han dispuesto en Santiago de Compostela de un día libre para participar en la misa de peregrinos y conocer algunos de los encantos que ofrece la capital gallega antes de emprender el camino de regreso a sus hogares.