Facebook Twitter WhatsApp Linkedin Copiar la URL
Enlace copiado
Actualizado: 13 sep 2015 / 18:26 h.
  • Francisco Martínez Galán, delante de la casa consistorial fontaniega. / A. P.
    Francisco Martínez Galán, delante de la casa consistorial fontaniega. / A. P.

—¿Nueva Izquierda Verde Andaluza se adelantó hace ocho años a ese ola de formaciones que dio la sorpresa en las pasadas elecciones locales?

—No sé si se puede comparar exactamente a modelos como Podemos o plataformas similares. NIVA surge de una interpretación diferente de IU. A raíz de ahí ha tenido una vocación más plural y abierta donde se ha buscado la confluencia de sectores progresistas y de izquierda en torno a un proyecto común. Hay mucha similitud porque se pretende gobernar con la confluencia de la ciudadanía y el tejido social.

—¿Cuál es el mayor problema de su ayuntamiento?

—La financiación. Somos la cenicienta de las administraciones del Estado. No tenemos una financiación digna ni justa, pero lo peor es que esto se agrave porque otras administraciones nos deban dinero. En nuestro caso, entre la Diputación y la Junta la deuda asciende a 600.000 euros, y algunas colean desde 2012. Si el Emple@Joven o el Plan Extraordinario de Urgencia me lo dieran como financiación directa lo invertiría en sectores productivos, antes que repartirlo en pequeños trozos. Aunque lo tenga que aceptar porque algunas situaciones familiares son complicadas, no quiero que me den 40 planes finalistas, lo quiero íntegro. Los alcaldes sabemos mejor que nadie en qué invertir porque somos los más cercanos a los ciudadanos.

—¿Cuál es su proyecto para Fuentes de Andalucía?

—En materia de empleo, Fuentes es un pueblo eminentemente agrícola y ganadera, donde la producción láctea es muy importante. Es hacia ahí a donde queremos enfocar nuestras políticas. Si existe un sector potente, no nos tenemos que inventar nada, lo que hay que hacer es impulsarlo. En políticas sociales seguiremos en la línea seguida hasta ahora, que nos ha valido el reconocimiento de la Junta de Andalucía en materia de educación y que nos permite tener un plan específico para atender a un centenar de personas dependientes con una plantilla de una veintena de auxiliares y cinco profesionales pagados por el consistorio. Por último, es muy significativo el portal de transparencia. Vamos a ser de los primeros en adaptarnos a la ley andaluza, más avanzada que la estatal. Es fundamental que el ciudadano conozca cómo se resuelven los procedimientos. Así, cuando no se puede, lo comprenden mucho mejor.

—¿Recuperará la gestión pública del agua?

—Un servicio básico no podemos permitir que siga privatizado, y esto lo digo reconociendo y haciendo autocrítica del momento en el que se externalizó, ya que NIVA formaba parte del tripartito que aprobó esa decisión. Esperamos llegar a un acuerdo, pero si fuera necesario iremos a litigio para que el ciudadano tenga un mejor servicio.

—¿Cuál es el mayor déficit de infraestructuras?

—El centro de salud. Los pasillos están compartidos con el almacén, no hay iluminación, las urgencias y la atención ordinaria están juntas... Conseguimos que la Junta nos desbloqueara un proyecto que iba a ser una residencia donde se dilapidaron 900.000 euros, aún sabiendo que no era viable. Propusimos convertirlo en el nuevo centro de salud y ya han comenzado las obras.

—Propone la creación de una comunidad de regantes, ¿en qué punto se encuentra?

—El borrador está muy avanzado. Estamos a la espera de una reunión con la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) porque las aguas que nos servirían para el riego proceden de las aguas residuales de nuestra depuradora, que nada más salir son propiedad de la CHG. Además, hemos contactado con La Campana porque desde el punto de vista estratégico, la cooperación municipal es fundamental, sobre todo cuando nos rodean dos luceros como son Écija y Carmona, que nos hacen mucha sombra.

—¿En qué consiste el proyecto de Centro Verde?

—Se trata de un centro de gestión integral de residuos del que se extraen productos derivados. En Almería ya se está construyendo uno y el inversor quería tener otro en la parte occidental de Andalucía. Nos presentó la propuesta y le puse a su disposición 20.000 metros cuadrados para que no se escapara la oportunidad. Estamos elaborando el proyecto para presentarlo ante las consejerías competentes. Para Fuentes es un proyecto importante ya que supone una inversión de 4,8 millones y una creación de 70 u 80 empleos.

—¿La restauración de la iglesia de Santa María la Blanca bien podría definir la forma de ser de su pueblo?

—Fuentes es un pueblo colaborador y solidario. El tema de la parroquia es llamativo. Se involucró gente religiosa, otra que no lo era, otros por amor al patrimonio y gente que creía que el templo debía estar adecuado al culto; y entre todos conseguimos 300.000 euros. Es solo una muestra del potente tejido social fontaniego. Somos algo más de 7.000 habitantes, pero tenemos casi 50 asociaciones con las que el consistorio colabora. Es una forma de entender la política. Si tienes una sociedad civil articulada se potencian los servicios; es decir, si se apoya a una asociación de la lucha contra el cáncer, esos enfermos tendrán más y mejores recursos. ~