Menú

Frutas de fábula en Los Palacios y Villafranca

El tradicional concurso de frutas gigantes que se celebra cada agosto en el pueblo del tomate premia una sandía de 43 kilos, un racimo de uva de más de 8 kilos y una calabaza de 105

Álvaro Romero @aromerobernal1 /
04 ago 2019 / 09:59 h - Actualizado: 04 ago 2019 / 10:14 h.
"La provincia en fiestas"
  • Frutas de fábula en Los Palacios y Villafranca

El tradicional certamen de frutas gigantes que se celebra cada agosto en Los Palacios y Villafranca, el pueblo del tomate por antonomasia y que este año aparecerá en el libro de Guinenss World Record por ostentar el racimo de uvas más grande del planeta, que arrojó el año pasado por estas mismas fechas un peso de 10,120 kilos, tenía este año un estímulo más: que el agricultor Sebastián Gómez Falcón, el dueño del racimo de uvas más grande del mundo, superara su propio récord. Pero, aunque no, porque era muy complicado de un año para otro y en el mismo pueblo superar lo que ha costado 35 años (el anterior récord de racimo de uvas se consiguió en Chile con 9,4 kilos en 1984), el racimo sí es el más grande que se haya visto nunca en el pueblo de los récords al margen de su propio récord: 8,100 kilos pesó el racimo de uva emparrada que se llevó anoche el primer premio, una vez más de Sebastián Gómez Falcón, el agricultor que recibió de manos del alcalde, Juan Manuel Valle (IU), el certificado oficial que fue remitido hace solo unos días desde Londres dando fe de que, en efecto, jamás se ha conocido sobre la Tierra un racimo de uvas más grande que el que él presentó el año pasado al concurso de su pueblo, el municipio que ya ostenta, desde 2013, otro récord: el de la fritada de tomates más grande del mundo, que arrojó un peso de 2.662 kilos.

Frutas de fábula en Los Palacios y Villafranca

Con Sebastián, uno de los pioneros en sacar calabazas gigantes, no hay quien pueda hoy en día en materia de uvas. También su racimo de uva layrén se llevó la palma con 3,340 kilos. Lo siguió Damián Gómez Amuedo con un racimo que arrojó en la báscula un peso de 3,050. El tercer premio fue para Alfredo Amuedo Vargas, por un racimo de 2,730 kilos. En la modalidad de emparrada, a mucha distancia del racimo de más de ocho kilos de Sebastián, se situó Ana Caballero Martín, con un generoso racimo de 4,780 kilos que le valió el segundo premio. El tercero fue para Francisco Javier Rodríguez Tacón, con un racimo de 4,270 kilos.

La gran calabaza

Sobre el escenario que el Ayuntamiento palaciego montó en la Velada de la calle Aurora, en honor de las fiestas patronales cuya Virgen de las Nieves procesiona mañana, se dispusieron anoche solo unos cuantos ejemplares de frutas fabulosas que atrajeron la atención incluso de medios de comunicación de todo el país, pero fueron suficientes para que no cupiesen más. Tal vez la estrella era la gran calabaza de la agricultora Aurora Rodríguez Caballero, quien en los últimos años se ha convertido en un clásico del certamen. Su ejemplar de ayer pesó algo más de 105 kilos, cortita..., pues la del año pasado le pesó 113,5. En cualquier caso, la calabaza de esta chica volcada con la agricultura en los últimos años no tuvo problemas para ganar el concurso, pues a su inmediato competidor, Francisco Pérez Gavira, quien reconoció no ser “especialista en calabazas”, le pesó la suya solamente 58 kilos.

Frutas de fábula en Los Palacios y Villafranca

Pérez Gavira, en cambio, sí se hizo con los dos primeros premios de sandías: el de negras y el de rayadas. El primero por un ejemplar de 40,7; el segundo, por otro de 43,5. Este agricultor de profunda raigambre palaciega lleva casi tres décadas sembrando sandías en tierras de Dos Hermanas, justo al lado de la nueva planta de los Ibarra. “No es la primera sandía gigante que saco”, explicaba anoche, al recordar que ha ganado ya en cuatro ocasiones el concurso de su pueblo. “Yo me he dedicado muchos años a producir sandías al por mayor, en grandes cantidades, pero ahora tengo prácticamente un huertecito para el consumo de mi casa, y tengo el orgullo de demostrar aquí que sigo siendo agricultor”, añadió anoche.

“Cuidarla como a un bebé”

Conseguir una sandía de estas dimensiones no es fácil ni siquiera para agricultores experimentados como Francisco. “Se necesitan muchos requisitos: no solo dejar una sola sandía en la mata, sino elegir bien qué ejemplar es el que se deja, porque a lo mejor a uno se le estropea el culo o a otro la cabeza, y no todos los ejemplares de sandías son adecuados para que alcancen ese peso”, explicó anoche el triunfador del certamen palaciego. “Hay que regarla con cuidado, abonarla con cuidado y tratarla prácticamente como a un hijo; yo diría que como a un bebé”, añadió.

El segundo premio de sandía negra fue también para Aurora Rodríguez Caballero, con un ejemplar de 36,4 kilos. José Peña Rodríguez, hace unos años ganador del certamen, se conformó anoche con el tercer puesto con un ejemplar que rozaba los 31 kilos.

Frutas de fábula en Los Palacios y Villafranca

Muchos de estos ejemplares de leyenda terminarán en los mejores restaurantes de la localidad. Casa Manolo Mayo, por ejemplo, suele pujar rápidamente para quedarse con estas vistosas piezas de las que presume antes de que las consuman sus clientes más afortunados.