Una familia de Dos Hermanas lanza un grito de ayuda para acabar con la situación que viven con su hijo Víctor, que padece un trastorno de espectro autista severo (TEA). El estado viene agravándose desde que el niño cumplió los 11 años y, ahora con 13, los cuidados y la atención se hacen indispensables cada segundo.
En los últimos siete meses, comenta Antonio, su padre, “Víctor busca hacerse daño. Ya tiene 13 años, es alto y pesa casi 95 kilos. Salir a la calle se hace casi imposible porque cuando salimos se intenta lanzar sobre cualquier coche en marcha. Son varias las ocasiones en las que hemos tenido que llamar a la policía para que nos ayude porque ya no podemos con él”.
Esta familia, que busca un colegio donde su hijo pueda obtener la atención y terapias necesarias, se encuentra en lista de espera para conseguir una plaza en el Colegio Ciudad San Juan de Dios de Alcalá de Guadaíra, pero dada la gravedad de las circunstancias, se hace imposible esperar a que la plaza del colegio llegue. Es por ello que piden ayuda urgente para que Víctor pueda obtener esos cuidados que le puedan dar la calidad de vida que requiere.
Insostenible
“Cada vez es más complicado llevar la vida así. El trayecto al colegio cada día es de temor ya que Víctor no soporta ir en el autobús y tenemos que llevarlo en el coche y, siempre, tenemos que ir dos personas porque es imposible viajar solo en el coche con él. Tenemos miedo de que un día ocurra una desgracia”, expresa Antonio.
“Víctor se autolesiona, se da golpes y se pone muy nervioso. Para nosotros es muy complicado y ya no recordamos desde cuando no tenemos un día normal”. Buscar cuidadores y atención privada tiene un coste elevado, por lo que se están organizando eventos entre organizaciones y ayuda de particulares para obtener los fondos necesarios con los que hacer frente a esos gastos.
Problemas añadidos
La falta de medios y ayuda hace que la frustración forme parte de la vida de la familia de Víctor, que ve cada día el sufrimiento por el que pasa el joven sin poder hacer más de lo que hacen. Además, el estado en el que se encuentra hace que coma de manera compulsiva y abusiva, con lo que han tenido, en alguna ocasión, que llegar a esconderle la comida, ya que roza los niveles de diabetes, pero esto provoca que Víctor se enfade y actúe de manera agresiva consigo mismo.
Por el momento, sólo han encontrado el apoyo de Cruz Roja y de alguna otra ONG con la que están llevando a cabo reuniones para poder paliar esta situación, pero la falta de apoyo por las administraciones para tratar a su hijo se ha hecho patente y solicitan ayuda de manera urgente a todo aquel que pueda ayudarles.