Guadalcanal llega a Roma luchando contra la obesidad
La localidad sevillana ha vuelto a organizar una marcha con más de 500 participantes. Los alumnos del CEIP Ntra. Sra. de Guaditoca y el IES Sierra del Agua se han implicado en ella. La ruta, de 5 kilómetros, ha transcurrido por el casco urbano de la localidad.
Hay quien dice que quien tiene magia no necesita trucos, y en Guadalcanal esta máxima se ha cumplido a rajatabla. Ha sido en la mañana fría del 12 de noviembre, donde ni el gélido mercurio ha sido excusa para llevar a cabo el objetivo propuesto: llegar, nada más y nada menos que a Roma. Aunque a simple vista parezca un mero reclamo informativo, lo cierto es que no hay truco en ello, y sí mucha magia, la que sale de mentes maravillosas que plantean actividades para todos y todas, que luchan contra el sedentarismo y que lo inculcan desde muy pronto.
Por segundo año consecutivo Guadalacanal ha sido testigo de la II Marcha contra la obesidad. Visto el éxito de la primera edición, la organización, que parte del Profesor de Educación Física del CEIP Ntra. Sra. de Guaditoca, Vicente De Tena, volvió a convocar esta marcha de la que han disfrutado tanto los pequeños de dicho centro, como los del IES Sierra del Agua de la misma localidad y en definitiva, todo aquel vecino que ha querido sumarse a la iniciativa.
Recorrido urbano
El recorrido ha sido meramente urbano, y en él se han recorrido las principales arterias de la localidad, partiendo desde la Plaza de España, desplanzándose hacia El Coso y subiendo incluso hasta el emblemático barrio de Santa Ana, para finalizar en las pistas deportiva del colegio donde ha tenido lugar una clase práctica y gratuita de Zumba a cargo de M.ª Ángeles De la Rosa. En este mismo centro, los alumnos han podido disfrutar de una merienda saludable a base, lógicamente de un alimento tan sano como la fruta.
Durante todo el recorrido, los participantes han portado pancartas con diferentes lemas, pero todos ellos orientados hacia la buena práctica del ejercicio, el deporte y una vida que se aleje del sedentarismo. Ese ha sido el eje central de la marcha, y el valor principal que se ha tratado de inculcar. Pero, claro está, todo ello ha estado incentivado por ese mágico, a la par que apasionante reto, de llegar a Roma. Y es que la marcha llevaba ese sobrenombre: Objetivo Roma 2400. Y es que, de lo que se trataba era de sumar kilómetros, los de cada participante, en esta marcha para sumar los 2400 que separan a Guadalcanal de Roma. Han sido más de 500 los participantes en esta marcha, que ha tenido un recorrido de 5 kilómetros. La multiplicación da 2500 kilómetros, o lo que es lo mismo, si todos los reunidos en esta marcha en Guadalcanal hubieran realizado una caminata relevándose cada cinco kilómetros, el último de ellos llegaría hasta el centro mismo de la capital italiana.
Ahora, la luna
Es esta una iniciativa que partió en su día de un profesor malagueño y a la que se han ido sumando distintos centros. El objetivo global, sin embargo, es más amplio, ya que sumando todos los kilómetros de estas marchas se pretende sumar la distancia que separa la tierra de la luna. Los retos, los objetivos, al igual que los sueños, existen, únicamente, con el vivo pretexto de hacerse realidad. Y más, cuando se cumple la máxima de que quien tiene magia no necesita trucos.