Guaditoca vuelve a reinar en la Feria de Guadalcanal
La Patrona de Guadalcanal volvió a procesionar hasta el Real de la Feria tres años después. Este año cambió el recorrido luciendo más en las horas diurnas y llegando a la Feria ya de noche. La multitud acompañó a la virgen que fue recibida con fuegos artificiales a su llegada al Real.
Durante todo este tiempo no ha habido un solo segundo en que Guadalcanal no haya pensado en su Virgen de Guaditoca. Unas veces para encomendarse a ella. Otras, para añorarla. Mientras el coronavirus sembraba el pánico en el mundo, ella permanecía en su pueblo, constituyendo un hecho histórico. Mientras recuperábamos la normalidad perdida su pueblo se deshacía en agradecimientos y contaba ya los días de volver a verla en la calle. Y así llegó un nuevo traslado, una nueva romería, un nuevo Corpus. Este sábado, al fin, y después de tres años, llegó una nueva salida a la Feria de Guadalcanal.
Cuatro procesiones al año
Mientras otras imágenes de otras localidades procesionan una sola vez al año, en Guadalcanal su patrona, la Virgen de Guaditoca lo hace hasta en cuatro ocasiones, a las que hay que sumar sus dos romerías. Un traslado desde la Capilla del Convento del Espíritu Santo hasta la Parroquia de Sta. María de la Asunción en abril, otro en camino inverso en el mes de septiembre, la salida junto a la Custodia del Corpus Christi y otra durante el sábado de Feria completan el calendario de procesiones de una de las imágenes que más fervor despierta en los pueblos de la provincia de Sevilla.
Una tradición de muchos años
Antiguamente la patrona recorría los alrededores de la ermita de su mismo nombre, en la feria que se celebraba en su honor en septiembre. Aquella feria se trasladó al pueblo y la costumbre de la procesión continuó, siendo actualmente la única imagen de una patrona que pisa el recinto ferial de su pueblo en nuestra provincia.
Así, como cada sábado de la Feria de Agosto de Guadalcanal, Ntra. Sra. de Guaditoca se volvió a poner en la calle. A las ocho de la tarde la atención de los guadalcanalenses se trasladó desde las casetas y el albero de El coso hasta la Plaza de España, donde el encanto de los naranjos de tan mítico lugar ejercía su influjo sobre cada uno de los presentes.
Ganas de procesión
Si el miércoles se demostró que había ganas de feria, y ganas de festejar este verano que ya encara su recta final, el sábado quedó demostrado también que Guadalcanal tenía ganas de procesión, ganas de ver a su patrona en la calle. El pasado año en lugar de la procesión se llevó a cabo una histórica misa en El Palacio. En esta ocasión, tocaba verla de nuevo de reina, pero en su paso de procesión, portada por sus costaleros y con la Banda de Ntra. Sra. de Guaditoca detrás. Fue esta formación quien, tras la interpretación del Himno de España, derramó parte de esa magia eterna que supone la ejecución de la obra A tí, Guaditoca, compuesta por Fco. Javier Carrasco y José Ignacio Caballero.
Y así, con un público enfervorizado, a la par que expectante, puso rumbo a El Coso la comitiva que junto a paso y banda conformaban los representantes de hermandades y las autoridades locales, civiles y eclesiástica.
Cambio de recorrido
Este año, como gran novedad varió el recorrido y tras su paso por la Plaza de España se adentró en Muñoz Torrado y de ahí hacia Mesones y Dr. Antonio Porras, hasta su desembocadura en la calle Concepción, allá donde comienza el alumbrado de esta feria, y que con tan buen gusto y con tanta paciencia y trabajo han decorado los vecinos y vecinas de la propia calle Concepción, además de las de la calle Moro y la calle Feria. A medida que avanzaba el discurrir de la procesión la tarde iba cayendo y el ocaso de este día grande iba aumentando la belleza de una estampa la de la Virgen en el Real que no se veía en tres años.
A su llegada a la Feria, como de costumbre, las hermandades hicieron el pasillo por el cual avanzó el paso, y que finalizó con el lanzamiento de fuegos artificiales. Tocaba entonces el momento del regreso. Un regreso que, como los de antaño, se caracterizó por el misticismo de la noche ya cerrada y por un recogimiento singular que mezclado con el ambiente fiestero de este día elaboran el perfil del guadalcanalense, siempre mirando hacia adelante, siempre encomendado a su persona.
Regreso al templo
Más allá de las once de la noche regresaba la Virgen al templo, donde bajará de su paso para, muy pronto, presidir el altar mayor con la celebración de las fiestas patronales, entre las que se encuentra la realización de la tradicional novena, antes de regresar en septiembre, de nuevo, a su ermita. Con su recogida se ponía fin a tres duros años en los que Guadalcanal ha pasado por el duro trance, no solo de la pandemia, sino de verse privada de uno de los días más especiales del año, el día en el que su Reina se suma a una de las celebraciones más grandes de esta localidad. Aún quedarán marchas por escuchar cuando en septiembre suba al Convento, y tiempo para volverla a añorar esperando un nuevo mes de abril que de nuevo vuelva a Guadalcanal y todo comience de nuevo.