Hermandades y particulares fabrican mascarillas desde el aislamiento domiciliario

Son muchas las hermandades, asociaciones y colectivos que en estos días están promoviendo distintas iniciativas tanto para ayudar con el aislamiento domiciliario como para colaborar en esta crisis sin precedentes. La falta de mascarillas es uno de los problemas a los que está haciendo frente la sanidad y otros sectores laborales. Con las hermandades a la cabeza, un batallón de voluntarios se han puesto manos a la obra para elaborar sistemas de protección que en estos días se han vuelto indispensables para luchar contra el coronavirus.

Diez mil mascarillas de la hermandad de la Divina Pastora de Cantillana

La hermandad de la Divina Pastora de Cantillana ha puesto en marcha desde su Diputación de Caridad una campaña para la confección de 10.000 mascarillas para ayudar “a la erradicación de esta epidemia”, según ha informado la corporación.

Son más de 80 las hermanas y hermanos que ya trabajan en su elaboración. A todos se les ha facilitado el material – denominado NT o TNT, siglas de tejido no tejido –, así como un vídeo tutorial para la confección y un protocolo con las normas sanitarias a tener en cuenta para su elaboración – desinfección de los útiles de costura, uso de guantes y mascarillas, esterilización de las mascarillas ya confeccionadas –.

El objetivo se ha fijado en 10.000 mascarillas, aunque “en vista de la buena acogida y de la disposición de colaboradores, posiblemente se supere esa cantidad”, explica Manuel Parrilla, Diputado de Caridad pastoreño. La Hermandad, que se encuentra celebrando su tercer centenario fundacional, ha recibido también el ofrecimiento para colaborar en este proyecto solidario de las religiosas del Convento de Santa Paula de Sevilla.

En la hermandad de la Soledad de Alcalá del Río han puesto en marcha también este taller colaborativo, en el que ya están inscritas más de 50 hermanas desde que se iniciara, el pasado sábado. La corporación del Viernes Santo prevé realizar unas 5.000 mascarillas con los materiales que cuenta en estos momentos, aunque “esperamos recibir más en los próximos días, con lo que la cantidad final podría ser mayor”, apunta Carmen Dolores Guerra, Diputada de Caridad.

Del mismo modo, en Castilblanco de los Arroyos, y a través de la junta local de la Asociación Española contra el Cáncer (AECC), un grupo de 25 vecinos y vecinas están confeccionando mascarillas en sus domicilios. Según informa el Ayuntamiento, estas serán entregadas a “la red de voluntariado creada con motivo de este estado de alarma, así como a los operarios municipales, voluntarios de Protección Civil, residencia geriátrica, trabajadores y trabajadoras del servicio de ayuda a domicilio, propietarios de establecimientos comerciales y aquellos vecinos y vecinas pertenecientes a los colectivos de riesgo”.

El voluntariado y la solidaridad está yendo más allá, y son muchas las iniciativas que de forma particular también se están llevando a cabo. Es el caso de Soledad Maqueda y José Antonio Calero, quienes han comenzado a fabricar en Cantillana pantallas de protección a partir de acetatos de plástico y ácido poliláctico (PLA) para elaborar el soporte con una impresora 3D. Una alternativa a las mascarillas, tanto para personal sanitario como otros profesionales, al proteger todo el rostro.

“Fue mi marido quien a través de una información que vio en Facebook fabricó una. Vimos que era fácil y que teníamos material y nos pusimos manos a la obra”, explica Soledad. Publicaron una foto en sus perfiles particulares y “de momento tuvimos un aluvión de ofrecimientos de material y de gente particular que quería colaborar. Nos dejan en la puerta los acetatos, la hermandad Sacramental de Cantillana nos ha hecho una donación económica comprar el plástico del soporte”. Del mismo modo, el Ayuntamiento de Cantillana ha donado unas 400 unidades de acetato que tenía almacenadas. E igualmente, desde CC.OO. de Sevilla les han comunicado que están reuniendo acetatos en todas sus oficinas para facilitárselos.

La impresora “funciona al máximo rendimiento”. Cada 35 minutos elabora 2 soportes. Hasta el momento han fabricado unas 90 pantallas desde que elaboraran la primera el pasado viernes. Tanto ella como su marido y sus dos hijos se turnan para no parar la producción, trabajando con todas las medidas de seguridad, higiene y desinfección pertinentes. Igualmente, se ofrecen a facilitar el diseño y toda la información para que aquellas personas que tengan impresoras 3D en sus domicilios se unan en la fabricación de estas pantallas.

Este trabajo voluntario y altruista ha sido solicitado “desde Utrera, Osuna, Castilblanco”. Además han proporcionado pantallas a la residencia de ancianos local y al servicio de ayuda a domicilio. “Son más efectivas que una mascarilla y reutilizables tras su desinfección y esterilización”.

Estas iniciativas, como el voluntariado asistencial de hermandades y ayuntamientos, la colaboración de agricultores en las tareas de desinfección y tantas acciones que se están llevando a cabo – sobre todo permanecer aislados en casa – suponen un apoyo a la lucha para que poner fin lo antes posible a esta pandemia.